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* Narra Yan An*

A mi madre le daban el alta al día siguiente. Yeo y yo abandonamos el hospital y le propuse cenar fuera. Le llevé a un sitio donde solía ir con mis padres, y quedó encantado. Después decidimos dar un pequeño paseo.

- Dime hyung, te está gustando China?
- Sí, aunque todavía no he visto mucho.
- Mañana si te apetece te llevaré al museo de arte contemporáneo.
- Eso estaría muy bien! - dijo sosteniendo mis dos manos a la altura de su pecho y con los ojos iluminados.

No pude evitar besarle. Era realmente tierno.

Ya casi oscurecía, así que decidimos volver a casa.

- Hola abuela, ya estamos en casa. - saludé.

Mi abuela se asomó y sonrió.

- Hola nietos, qué tal el día?
- Bueno, Yeo se ha desmayado por no comer, pero a parte de eso, todo bien.
- Ya habéis cenado?
- Sí abuela, no te preocupes.

Le di un beso en la mejilla y se retiró a su habitación. Vivía con mis padres desde la muerte de mi abuelo. Él había enfermado mucho de repente, y tardó tan solo dos meses en fallecer. Cuando eso escurrió tendría yo alrededor de 16 años.

Yeo y yo también fuimos a la habitación y nos cambiamos.

- Tu familia es genial, Yan.
- Seguro que la tuya también los es.

Parecía que no había escuchado mi comentario, y se sentó en la única cama.

- Es estrecha... Hoy toca dormir apretados... - dijo abrazándose a sí mismo.

Me puse delante y empujé un poco su cabeza hacia atrás. Después me puse de rodillas sobre él y le besé. Siguió un abrazo y otro beso.

- Sarang Haeyo. - le dije serio.
- Sarang Haeyo. - me contesto con un beso.

Lemon Yan-Gu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora