XVI

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* Narra Yan An*

Por la mañana Yeo se encontraba mejor. Amanecí con él entre mis brazos, mirándome con ojos llenos de brillo y ternura.

- Cuanto llevas despierto, hyung?
- Mmmm... No sé... Llevo ya un rato mirándote, pero pierdo la noción del tiempo como me pierdo en tus ojos...

Yeo era muy agradable y cariñoso conmigo, aunque a veces se convertía en un Yeo One muy pervertido.

- Me gustaría despertar así todos los días... - me dijo apoyando su cabeza sobre mi mano.
- A mi me gustaría despertar a tu lado para siempre...
- Me dejas besarte?
- No.
- Por qué?
- Porque te voy a besar yo. - le contesté haciéndole cosquillas.

De las cosquillas pasamos a las caricias, y de las caricias a los besos. Era una sensación hermosa la de besar sus labios y saber que él me devolvía el beso con todo el amor del mundo...

- Coreanito de mi corazón...
- Chinito mío...

Nos dimos un pico y después reímos. Nos levantamos, fuimos a ducharnos juntos, nos vestimos y pasamos a desayunar.

- Buenos días pequeños! Cómo te encuentras hoy, Yeo?
- Pues mucho mejor, gracias Omma... - le contestó Yeo besándole mejilla.

Eramos como una familia. Nos gustaba demostrarnos cariño y hacernos muestras de afecto los unos a los otros... Aunque a algunos les gustaba más... A Hong Seok Omma, sobre todo Yeo, Shin Won y yo, solíamos darle besos en la mejilla o frente, como a una verdadera Omma.

Ese día volvimos a ensayar. Todos parecían estar alerta por si algo pasaba. Quería a todos mucho... Siempre nos apoyabamos para todo, y si uno tenía un problema, todos lo teníamos.

Cuando acabó el ensayo me sentí aliviado. Yeo estaba bien. Todos lo estaban.

Lemon Yan-Gu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora