LXVIII

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* Narra E'Dawn *

Hui y yo escapamos de dónde los demás. Él había avisado a Yeo y Yan de que iba a llevarme a algún sitio.
Llevaba tiempo intentado conquistarme, pero yo me hacía el duro. No me dejé besar ni una sola vez. Quería ver lo realmente enamorado que estaba de mí, y hasta qué punto estaba dispuesto a aguantar y llegar.
Me llevó a una playa cercana al hotel. Fuimos andando, alrededor de 2 kilómetros. Era una playa hermosa, de arena fina y agua cristalina. No había absolutamente nadie a pesar del fantástico tiempo que hacía. Mi hyung venía preparado. Traía comida, toallas, e incluso bañadores.
Lo primero que hizo fue estirar una de las toallas en la arena, sentarse, y hacer con su mano un gesto para que me sentase.
Él realmente me gustaba, pero tenía miedo de que pudiera hacerme daño. Soy, aunque no lo parezca, una persona extremadamente sensible.
Me senté sonriente en la toalla, a su lado, contemplando el mar.

- No crees que es hermoso, Hyo?
- Sí, es muy bonito verlo.
- Puedo besarte?

Todavía no era el momento.

- Lo siento Hoe.
- Está bien.

Noté su rostro apenado. Agachó su cabeza y la escondió entre sus piernas dobladas. Volví a fijarme en el mar. Estaba calmado. Las olas eran casi inapreciables, como las lágrimas de Hui al principio. Poco tardó en empezar a emitir sonidos extraños, de esos que hacía cuando lloraba. Me sorprendí y le vi fijamente. Él ni siquiera lo notó. Toqué con cariño su hombro, como avisándole. Levantó tímidamente la cabeza, con los ojos un poco rojos y su boca pidiendo desesperadamente un beso mío.
Agarré su cabeza y besé su frente.

- No quiero que llores. Por que lo haces?
- No sé qué más quieres que haga por ti... He planeado cada momento contigo para que fuese único e irrepetible, para que vieses lo que soy capaz de hacer por ti. Y a pesar de todo no consigo ni un maldito beso.
- Acabo de darte uno...
- No hablo de ese tipo de besos...

Acerqué mi cara a la suya, hasta notar su aliento frente al mío. Cuando iba a besarle, aparté bruscamente la cabeza y me tiré sobre él para hacerle cosquillas. Conseguí hacer que se riera, aunque quizás me pasé, y me pidió que parase. Se reía pero seguía teniendo la cara triste.

- Puedo besarte, Hui?

Guardó silencio durante unos segundos.

- Solo si tú quieres.

Esta vez le abracé. Duró alrededor de  medio minuto. Luego entrelacé nuestras manos y besé su mejilla. Tímidamente le di un pico, y su rostro se sonrojó. Ya sonreía como un niño. Tenía una hermosa sonrisa.

- Puedo devolverte el beso?
- Solo si tú quieres, hyung.

Volvió a acercar sus labios a los míos, pero esta vez los entrelazamos junto a nuestras lenguas. Nos unimos en un beso apasionado.
Después de eso, nos metimos en el agua. Allí nos volvimos a besar. Varias veces. Le había pillado el gusto a aquello, y quizás si fue un error castigar a Hui sin mi amor aunque yo también le amaba. Siempre tuve mucho miedo. Así que decidí contarle aquel mismo día mi problema.

- Siempre estaré a tu lado apoyándote. Te amo con todo mi corazón Hyo, y si no te sientes preparado, no pienso presionarte. Estaré esperando el momento en el que te sientas cómodo y seguro. Siento haber sido egoísta.
- Siento no habértelo contado antes...
- Te perdono si me das un beso.

Besé sus labios con cariño.

- Estoy perdonado?
- Lo estás, E'Dawn.

Lemon Yan-Gu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora