Lemon Yan-Gu

XLIV

* Narra Yeo One *

Me desperté por la mañana. Yan An no estaba a mi lado, lo cual me extrañó. No me levanté de la cama, me mantuve calentito bajo las sábanas, esperando alguna señal de Yan An. Esa señal no tardó en llegar en forma de desayuno por la puerta.

- Bueno días hyung! Qué tal has dormido? - Preguntó mi novio con una bandeja con el desayuno en las manos.
- Maravillosamente! Ese desayuno, es para mí?
- Por supuesto que sí, mi príncipe.

Se acercó a mí y besó mi frente. Continuó dándome un pico y luego puso sobre mis piernas el desayuno. Me preguntó si quería que me diese él el desayuno, y al principio contesté que sí. Me sentía como un verdadero príncipe estando tan bien cuidado.

- Cuando acabes, te tengo una sorpresa preparada en el baño.

Cuando lo hice, él entró en el baño y me mandó desnudarme para poder pasar. A cambio, me dejó una toalla para taparme y no pasear desnudo por la habitación. Me acerqué a la puerta y toqué.

- Puedes entrar. - me dijo desde dentro.

Al entrar, sentí un agradable olor a fresa procedente de las velas, que a demás de proporcionar olor, eran la única fuente de luz en aquel momento. Todo estaba a oscuras. La bañera llena, a la temperatura perfecta y con burbujas, y lo mejor de todo, mi hermoso chinito desnudos delante de mí. Me estiró la mano para entrar juntos a la bañera, y nos sentamos uno en frente del otro.

- El agua está perfecta... - comenté en bajo.
- Quería que todo fuese perfecto. Pero sabes una cosa? Todo es perfecto cuando estás tú.

Me eché las manos a la cara sonrojado. Apoyé mis manos en sus rodillas y me incliné hacia él. Besé sus labios con mucho cariño, despacio y suavemente. Me levanté completamente y me senté encima de él, entre su cuerpo y sus piernas, las cuales tenía encogidas. Le abracé muy fuerte y le volví a besar.

- Me gusta hacer el amor contigo de cualquier manera, pero hoy podría ser de una manera sexual? - dije riéndome.
- Prepárate Yeo One, que hoy te voy a hacer el amor más duro que nunca.