LIX

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* Narra Yeo One *

Ansiaba llegar a casa. Poder descansar de mi familia. Me habían hecho muchísimo daño, y ahora pretendían venir a nuestra boda sin más? 
Yan An era hermoso en todos los sentidos. Les soltó un discurso con el que dejó bien claras las cosas. Me gustaba tener a alguien como él, siempre demostrando lo mucho que me quería y defendiéndome.

Llegamos a casa, todos nos recibieron con abrazos, y preguntando qué tal había salido la cosa. Les dije el desastre que había sido. Ellos nos apoyaron, nunca dejarían de hacerlo.

Yan An y yo fuimos a nuestra habitación. Dejamos las cosas e hicimos el amor. Al acabar, nos acostamos uno al lado del otro, desnudos, sobre las sábanas, con las manos entrelazadas.
Di una vuelta de lado, y, con un poco de ayuda de las manos, me coloqué encima de él. Noté sus mejillas rojas, y una linda sonrisa de complicidad.

- Yan Annie. - susurré con la cabeza apoyada en su pecho, mirando hacia nuestro armario.
- Dime hyung.
- Me das una palmada?
- Qué? - preguntó extrañado.
- Si me das un cachete en el culo.
- Mmm... Está bien.

Me pegó suavemente y le miré satisfecho.

- Gracias.

Su respiración era muy tranquila, notaba su barriga subir y bajar levemente. Su corazón palpitaba lento, estaba relajado. Colocó su mano en mi trasero. Yo escondí la cabeza avergonzado y le besé una clavícula. Sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo cuando apretó suavemente mi nalga.

- Me gusta... - comentó divertido.
- Puedes hacer con él lo que quieras.
- Lo que quiera? Seguro?
- Segurísimo.

Puso cara de pillo y cuidadosamente salió de debajo mía.
Mordió una de mis nalgas con fuerza, pero no la suficiente para hacerme daño. Luego pasó la lengua por ella y acabó besándome. Sus besos llegaron a mi columna, y poco a poco subió hasta el cuello. Se tumbó encima de mí y susurró en mi oído "repetimos?".

Lemon Yan-Gu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora