LXXXII

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* narra Yeo One *

Follamos. En la playa, en el mar, en nuestra habitación, e incluso en la piscina del hotel por la noche, cuando no había nadie.
Nuestra estancia en aquel paraíso se acabó, y nos tocaba embarcarnos para nuestro próximo destino; Los Ángeles.

Fue un viaje largo. Todos lo serían, unos más, otros menos.
No puedo negarlo, a mi me excitaba el riesgo; y que mayor riesgo que tener sexo en el avión sin ser descubiertos? Yan An siempre tenía miedo al principio. En el fondo es un niño. Carece e maldad y es un cielo. No puede negar, que, aunque tenía miedo, lo acababa disfrutando el doble sintiendo la adrenalina. Recomendaría la experiencia si no estuviera prohibida.
Al llegar al aeropuerto, cogimos un taxi para ir a nuestro nuevo hotel. Increíblemente, logramos comunicarnos sin problema con el taxista. Nuestro inglés no era muy bueno, y él no tenía pinta de saber ni chino, ni coreano.
En el hotel no tuvimos ningún problema. Nos atendió una joven de rasgos asiáticos que hablaba perfectamente el chino. Su cara me confundía. Parecía china, y a la vez japonesa. Yan An, sacando su lado extrovertido, no dudó en preguntarle:

- Perdona... Eres china? Lo hablas muy bien.
- Sí, de hecho, mi padre es chino y mi madre japonesa. Viví en Japón hasta los 5 años, hasta los 12 en china y desde entonces hemos ido alternando entre esos dos países, Estados Unidos y he llegado a vivir también en Corea durante un año. Actualmente llevo ya 2 viviendo aquí, y de momento creo que voy a quedarme. - nos contó muy amablemente sin dejar de sonreír - Lo siento, cuando empiezo a hablar no me callo... Usted es chino y usted coreano, no?
- Sí, mi nombre es Yan An, y él es mi marido Yeo Chang-gu.

Inclinó un poco su cabeza y luego sonrió.

- Ya sé quiénes sois. Pentagon. No sé cómo no había caído. Quiero daros la enhorabuena, si me permitís, por vuestro enlace, y por vuestra trayectoria musical. Mi hermana es muy fan vuestra, y está deseando una gira mundial para poder ir a veros.

- Tengo una idea... - propuse - por qué no traes mañana a tu hermana? Es algo que me gustaría poder hacer con todas las fans, pero que, por desgracia, no podemos...
- Estás seguro? Es todo un detalle por vuestra parte...
- Claro! Tan solo que avise a que hora va a venir, no vaya a ser que no estemos...

Se le iluminaron los ojos un montón. Quiso abrazarnos pero se contuvo. Se veía que era una chica realmente encantadora. Nos acompañó a nuestra habitación y nos entregó las llaves, pero no sin antes mostrárnoslo todo.
Un armario empotrado, cuyas puertas eran completamente de espejo, una cama de matrimonio enorme, de unos dos metros de ancho por otros 2, de largo, una mesita a conjunto con la cama a cada lado, y unas increíbles vistas por una pared que era, prácticamente, toda una cristalera con terraza. El baño tenía bañera y doble lavabo. Era más que perfecto para nosotros.
Nos despedimos de la chica, y quedamos para concertar una hora a la hora de cenar. Estaba entusiasmado por poder darle la mano a una fan y decirle lo importantes que son para nosotros... Si ellas nos quieren, nosotros las queremos mil veces más.

Lemon Yan-Gu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora