XXXV

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* Narra Yeo *

Estabamos Yan y yo jugando al ajedrez en nuestra habitación, sobre mi cama. Si yo ganaba, Yan haría lo que yo quisiera. Si ganaba él, lo haría yo.
Estaba casi a punto de ganarme, cuando su teléfono sonó.

- Discúlpame Chang-gu, es mi padre. Debo contestar.

Se ausentó unos minutos y volvió cabizbajo. Se sentó en su cama y se acostó.

- Estás bien?
- No.
- Que te pasa, amor?
- Mi mamá está enferma.

En el fondo él también era un chico sensible. Siempre se preocupaba por su familia y amigos mucho.

- Tranquilo pequeñito, seguro que va a estar bien. Te ha dicho que le ha pasado?
- La operaron hoy. Tenía apendicitis.

Me sentí aliviado. Dentro de lo malo, aquello era bastante bueno.

- Sabes lo que es eso, Yan?
- Sí. El primo de un compañero de clase de primaria lo tuvo y murió.
- Pero amor, es una cosa muy normal, le pasa a mucha gente. No debes preocuparte tanto, la medicina está lo suficientemente avanzada para que tu mamá no tenga mayor problema.

Le acaricié la cara tratando de tranquilizarle. A la vez me tranquilizaba a mí mismo.

- Quiero ir a verla...
- Es una gran idea.
- Y quiero que vengas conmigo.
- Qué? - pregunté sorprendido.
- No conoces a mis papás, creo que va siendo hora de que te presente a tus suegros, no?
- Pero ellos saben lo nuestro?
- Mmmm... Sí. Yo le cuento todo a mis papás. Acaso los tuyos no lo saben?
- Si tú no se lo has dicho, no.
- Tampoco conozco a tus padres, Yeo. No crees que va siendo hora de que conozcan a su hermoso yerno?

Reflexioné un poco.

- Tienes razón. Va siendo hora de que conozcamos a nuestros suegros.

Yan me agarró la mano y apoyó su cabeza en mi hombro.

- Me quedas un poco bajito, Chang-gu.
- Sigo diciendo que tú eres muy alto.

Lemon Yan-Gu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora