Lemon Yan-Gu

XXIV

* Narra Yan An *

Nos despertamos por la mañana con la luz que entró por las ventanas. Yeo estaba encima de mi.

- Buenos días Yan... - dijo frotándose los ojos.
- Buenos días hyung.

Se dio cuenta de que estaba encima de mi, y se quitó rápido. Era una persona que a veces le costaba espabilar cuando se despertaba, y me hizo gracia la situación. Pero mi expresión de risa pronto cambió. Mi pierna dolía muchísimo, y sentía pinchazos. Yeo notó en mi cara el dolor, y volvió a llamar a emergencias; esta vez delante mía.

- Llevo tres días llamando, estoy con mi compañero en una cabaña en medio del bosque y tiene la pierna rota. Me dijeron que no podían mandar a nadie, que estaba todo lleno de nieve... - sus ojos se cubrieron de lágrima y su voz se quebró - le duele mucho la pierna, entiende? No puedo hacer nada por él y me duele verle así. Hagan algo, manden a un helicóptero o un quitanieves. No sé, pero por favor, ayudennos.

Las lágrima caían por su rostro. Me levanté sin que se diese cuenta y le abracé por detrás.

- Está bien hyung, no pasa nada. Todo va a salir bien, seguro. - le susurré.

Colgó el teléfono y me dijo que mandarían a un quitanieves en cuanto pudiesen, pero que tardaría mínimo 6 horas.

- Que te parece si aprovechamos el tiempo? - le propuse.
- Y que quieres hacer? - dijo sentándose sobre mis piernas.

Le quité la camiseta y le besé el torso. Tenía una figura tan bonita y estilizada...

- Hyung... Tienes un cuerpo precioso. - le dije tocándole con suavidad el abdomen.
- Y tú, Yan An, no me vas a enseñar tu cuerpazo?

Me sonrojé un poco y me quité también la parte de arriba.
Se pegó mucho a mi. Sentía su respiración en mi cabeza.

- Vas a hacerme el amor, Yan An?
- Es lo que quieres?

Me asintió y sonreí. Yo casi no podía moverme por la pierna. El haberme levantado antes había sido un gran error. Me dolía mucho. Pero eso no impidió nada. Yeo se puso encima mía. Hicimos el amor. Y dormimos hasta que sentimos el ruido de una máquina fuera. Por fin.