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Lía

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Lía

Lo observo esperando paciente por lo que me dirá. Sus ojos tenían un brillo especial y se notaba la duda pasar por estos.

— ¿Crees en lo sobrenatural ? — Su pregunta me tomó por sorpresa, no sabía que responder a eso.

— Bueno yo ...

— ¡Alpha! — Gritó un chico corriendo hacía donde estábamos, Zain lo miró con enojo.

¿Alpha? ¿Eso que era?

— ¿Que necesitas Xander? Estoy ocupado, si no te has dado cuenta — Me mira.

— La manada del este está siendo atacada y necesitan ayuda, si no recurren a nosotros puede que el ataque llegue a la nuestra — Dice desesperado — Hay que evitarlo a toda costa.

Zain se levantó rápidamente tomando mi mano en el acto. Sentí miles de corrientes inexplicables en ese instante.

Salimos del jardín en dirección a la casa. Cuándo llegamos a la puerta principal se encontraban alrededor de veinte hombres y mujeres. Zain empezó a dar órdenes que no entendía con voz totalmente distinta a la habitual con la que este se dirigía a mi, de hecho a juzgar por su apariencia podría decir que hasta su tamaño era distinto.

Luego de todo aquello, entramos a la casa y subimos las escaleras con prisa (mientras él aún me tomaba de manos) llegamos a una habitación que no era en la que estaba y el miedo empezó a envolverme.

¿Sería un calabozo? ¿Alguna habitación de tortura?

— No te haré daño, no sientas miedo — Lo observé perpleja.

¿Tan obvio era?

Una vez que estuve dentro me impresionó lo grande que era este sitio. Lo primero que había era una cama bastante grande con edredones blancos y varios cojines a juego, dos pequeñas mesas a cada lado de esta con una pequeña lampara negra sobre estas y un ventanal el cual estaba abierto a mano izquierda cubierto con cortinas movidas por las ráfagas de viento.

— Escucha — Me guió hasta él sofá tomándome de los hombros — Necesito que por favor, por lo que más quieras no salgas de aquí — tomó mí mano nuevamente y sentí esa inexplicable sensación otra vez — Te prometo que cuando vuelva te contaré todo ¿Bien? — Asentí.

Depositó un beso en mi mano derecha, luego en mi frente y después de eso se fue dejándome confundida.

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Mía ✔︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora