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Lia
Estaba teniendo algunas pesadillas mientras sentía la leve capa de sudor en mi frente. Desperté un tanto asustada y exaltada mientras como pude salí del fuerte agarre. Una ventisca completamente fría recorrió mi cuerpo dándome cuenta que habíamos dejado la ventana en par. Me dirijo a ella y la cierro para luego prender la calefacción.
Caminé hacía el baño mientras miraba el reloj colgado a mi lado 2:30 fruncí el seño y hasta este punto me di cuenta que no podía dormir.
Comencé a llenar la bañera. Me fijé una última vez si Zain dormía y confirmé cuándo soltó un gruñido mientras se acomodaba entre las sabanas. Volví al baño y me despojo de mi ropa quedando totalmente desnuda.
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Zain
El ruido de la llave llegó hasta mis oídos, moví mi mano hacía mi lado aún sin abrir mis ojos dándome cuenta de que Lia no estaba. Me levanté rápidamente buscandola por toda la recamara y luego en dirección al baño sintiendo su olor mientras que al llegar a la puerta está se encontraba medio abierta. Antes de tocar el pomo niego y vuelvo a la cama con mi lobo por dentro queriendo salir.
Dejame hacerlo - Pidió mi lobo.
Luego de un largo rato donde peleaba conmigo mismo para quedarme en mi lugar observo como Lia sale del baño secándose el pelo y solo con su ropa interior puesta. No sé había percatado de mi hasta que volteó en su lugar fijando la mirada a la mía. La observé de pie a cabeza estudiando cada punto, cada curva, cada centímetro que podía , su pelo cubría parte de su espalda y rostro mientras que su silueta perfecta y pequeña se asemejaba a la misma Afrodita.
— ¿Te desperté? — Pregunta acomodándose la toalla.
No cubre lo suficiente - Opinó mi Lobo Dastan
— No te preocupes — Contesté con voz ronca por lo que estaba frente a mi. Hice una seña para que se acercara y ella un tanto dudosa lo hizo.
— No podía dormir — Admitió haciendo ese gesto con sus labios que me volvía loco.
Permíteme el control - Pidió
—¿Pesadillas? — Asiente al llegar a mi sentándose a mi lado — Tu olor me está matando es mejor guardar distancia — Murmuro fijando mi vista al frente sin mirarla, evitando que el tomara el puesto .
— No tengo nada puesto — Dice en el mismo tono que yo.
— Hablo de TÚ aroma — Aclaro.
Ella carraspea y se coloca nerviosa. Se para frente a mi mientras yo mantengo mi vista al suelo.
Quiero Sentirla - Volvió a hablar.
— ¿Porqué no me miras? — Tocó mi cara haciendo que mirase hacía arriba para verla.
