Mía ✔︎

XI

Lia

Una semana después.

— Entonces entrarás por un arco de tulipanes con alguna que otra rosa por un camino en blanco hacía ...

— Madre — Interrumpe Scarlett girando los ojos— Dejemos eso para la boda, mejor temática de bosque encantado, como ese que vimos cuando fuimos a Canadá.

— ¡Si! Me encantó ese bosque, conocimos muchas ninfas. Podemos pedir que ellas arreglen el sitio — Scarlett asiente efusivamente mientras mi cabeza esta hecha un nudo y me mantengo en silencio.

Desde que me desperté no he hecho mas que oír sobre la mentada celebracion para presentarme a la manda. Me encontraba nerviosa y a la vez asustada no sabía hasta ahora la importancia de esto.

— Podemos pedir a los amigos de Leilani que preparen el banquete más grande que puedan, vendrán muchas personas — Anne seguía hablando y yo estaba absorta de lo que decía.

— ¿Tu que opinas? — Pregunta Scarlett.

— Amh — Dudé un poco en responder — Lo que ustedes decidan esta bien. Iré por un poco de agua.

Salí de allí corriendo hacía la cocina dejándolas perplejas ante mi desesperada reacción.
Al llegar tome un vaso con agua y me senté en la encimera con dificultad debido a la altura, logrando que mis pies se balancearan sin tocar el piso.

— Hola — dice un sonriente Zain mientras pasa por la cocina directo a mí.

— Hola — devuelvo el saludo.

— ¿Que no estabas con mi hermana y mi madre en los preparativos de la fiesta? — Preguntó y se colocó entre mis piernas apoyando sus manos detrás mío conectando nuestras miradas.

Hace ya varios dias venía mostrando muestras constantes de afecto y, no me sentía para nada incomoda.

— Creo que ellas dos sin mí se entienden muy bien, hasta estan pensando en arcos y flores para bodas. Es muy loco.

— ¿Que tu no piensas en una? — Soltó de repente y mi cuerpo vibró de nerviosismo algo que el noto y sonrío — ¿Has visto a Xander? — Cambió de tema — Hace ya varios días no lo veo rondando la casa.

Niego

— No le he visto.

— Esta bien, te veo en la noche para que cenemos juntos tengo cosas que hacer — Asentí y el dejo un beso en mi frente desapareciendo por la puerta.

Yo suspiro y seguí con mi labor de beber el agua.

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— No, definitivamente no, pruebate otro.

Suspiro caminando hacía los vestidores a optar por otro vestido. Ya le había comentando a Anne que no era necesario todo esto, que yo estaría cómoda en cualquier cosa pero ella insistió en que debía de vestir como la luna de la manada.

Salgo nuevamente y Scarlett y Anne niegan desde que me ven entrar.

— Perdone señora Sokolova pero esos eran todos los vestidos y ninguno fue de su gusto — Suspiro.

— Es que tiene que ser uno que todos se queden se bocas abiertas en especial Zain — Dijo Scarlett.

— Yo concuerdo — Apoyó Anne.

— Vamos a otras tiendas, ya nosotras tenemos nuestras vestidos solo faltas tú y eres la pieza fundamental aquí.

Asentí y fui a cambiarme nuevamente, me había probado alrededor de diez vestidos y no habían aprobado ninguno.
Nos encaminamos a otra tienda mientras dos fornidos hombres seguían nuestros pasos.

Zain, cuando su madre le comentó sobre la salida de compras se nego rotundamente. Sabía que en el fondo temía de que yo saliera corriendo, el no podía acompañarnos por unas reuniones con algunos alphas y, por eso, nos asigno a estos dos fortachones luego de ruegos por parte de su hermana y su madre.

— Entremos aquí — señala Scarlett viendo al aparador.

Entramos a una tienda bastante grande y lujosa, un gran candelabro se encontraba en el centro de esta, una hermosa alfombra descansaba al pie de la entrada. Una chica se dirigió hacía nosotras regalandonos una sonrisa afectiva y de inmediato Anne ordenó traer vestidos.

Salí del probador con un poco de dolor de pies y totalmente exausta colocandome a la vista de las chicas.

— Oh por la diosa — Susurra Anne.

— Estas..  — Empieza Scarlett tapando su boca impresionada dejándo en el aire la oración.

— ¿Está mal? — Pregunto extrañada.

— Sin duda es ese hermosa — afirma Anne mirandome impresionada.

El vestido realmente era hermoso y yo me sentía así con el puesto.

— Llevemoslo — la chica que hasta ahora nos ha estado ayudando sonriente asiente.

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Salí del auto exhausta con los zapatos en las manos. Desde que pisé la grama fresca unos fuertes brazos me envolvieron en un calido abrazo.

Zain, Lo sentía por el conocido aroma varonil que desprendia y ya me había acostumbrado. Me gustaba su olor, me había hecho fan de aquello.

— Tardaste — Susurró en mi oído aún sin soltarme.

— Digamos que tu madre y hermana son un poco adictas a las compras — Él sonrió con burla por lo bajo, me soltó de sus brazos y tomó mi mano en el acto.

— ¿Como les fue? — Preguntó dirigiéndose a su madre una vez se desmontó junto a Scarlett.

— Bastante bien — dijo esta — Muero porque mañana veas lo hermosa que estará nuestra luna — Sonríe entusiasmada.

— Ella siempre lo está madre — Siento mi rostro arder.

— Ya basta de cursilerias estoy exahusta — Menciono Scarlett pasando de lado nuestro.

— Perdonenla es medio bipolar — Dice Anne.

— ¡Te escuché madre! — Gritó.

— ¡Esa era la idea cariño! — Grita anne de vuelta y Zain y yo reímos a la par.

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