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Lia
— ¿No piensas responderme? — Pregunta después de un tiempo.
— Zain...
— Me estas ocultando algo — afirma.
— No te oculto nada — Murmuré cortando el contacto visual.
— Mientes, apartas la vista cuando lo haces.
— Zain — Scarlett llega hasta nosotros.
— Ahora no, déjanos solos ..
— Lía no esta en condiciones para estresarse hablen cuando estén más calmados — dice ella.
— ¿Tu sabes que tiene? — señala a Scarlett — ¿ella lo sabe? — Ahora se dirigió a mi no dándome tiempo a responder, salió enojado dejándonos en el pasillo.
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Coloqué un vestido celeste con un listón en la cintura marcando mi panza, que aún estaba pequeña pero levemente inchada. Amarre mi cabello en una cola como pude.
Caminé hasta la recamara de al lado donde estaba Zain y al llegar toqué la puerta. Fueron unos largos y dudosos segundos hasta que escuche el suave -pasa-
Al entrar me encontré con Zain sentado al pie de la cama mirando hacía mí con el ceño levemente fruncido.
— Ven — pidió señalando el pequeño buró frente a la cama indicandome que me siente. Al hacerlo aclaró su garganta — Disculpame por lo de esta mañana, estaba muy alterado y pues no quería hablarte de ese modo.
— No te preocupes — juego con mis manos. El llega hasta mi arrodillandose en frente mío y mirandome con ternura.
— Hay veces que suelo ser muy impulsivo y más cuando se trata de ti es solo que el no saber que tienes me pone nervioso, y el que no pueda ayudarte con lo que te está pasando me hace sentir de que no soy lo suficiente capaz para tenerte a mi lado — Murmuró apoyando sus manos encima de la mías.
— No me pasa nada malo, bueno, depende como lo veas.
— ¿Poque depende el como lo vea?
— Yo te-engo que decirt-te algo y..
— A ver — Me toma del rostro acercandome a él — confía en mí.
