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Lia
— Claro que Acepto ¡Sí! — Le grito y me lanzo contra él. Obvio cuidando mi panza, se escucha una explosión en aplausos y miro a todas partes.
Anne, Xander, Scarlett, el padre de Zain hasta Nala salen de varios lugares. Todos estaban aquí sonrientes. Anne con lagrimas en sus ojos.
— ¡Ah que emoción! — Gritó dando saltitos, Zain y yo nos levantamos y el me abraza.
— Te amo — Dice.
¡No me canso de escucharlo!
Chille mientras su pecho amortiguo el pequeño grito y él solo ríe. Un brazo me aleja de los suyos y luego me abrazan
— ¡Hay que planear todo! Colores, vestido, flores, música — Contaba.
— Mamá devuelvemela.
— Felicidades hijo — Dijo Alejandro mirando a su hijo quien se veía sorprendido.
— Gracias padre — Agradece y Alejandro solo asintio con media sonrisa.
— ¡Felicidades! — Scarlett me envuelve en sus brazos separandome de zain.
— Gracias.
— Ya dejenla — Zain me lleva hasta el y mira mal a Xander.
— Calma amigo — Levanta las manos.
— Vamos a casa. Esto hay que celebrarlo, haremos una comida especial — Menciona Anne Y todos asienten a la par.
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Después de comer y mirar mi anillo más de veinte veces llegué a la recamara. No me cansaba de verlo, es que para mi esto estaba siendo rápido pero aún así no me importaba porque sentía algo bonito por él y eso era lo que en realidad importaba.
Luego de ducharme y colocarme un bonito vestido turquesa y una sandalias comencé a cepillar mi cabello.
Tocan la puerta y Nala se asoma a por ella.
— ¿Nala? — Digo algo sorprendida — Pensé que ya no estabas — Seguí en mi labor de peinarme.
— Ven Lia — dice en tono serio con un deje de nerviosismo cosa que no era normal en ella — Tengo que presentarte a algunas personas.
— ¿Que ocurre?
Ella niega.
— No es nada, Ven a verlo por ti misma — Muestra un Intento de sonrisa.
— Me estas asustando — La veo fijamente.
— Ven — me toma del brazo y dejo que me guíe.
Al bajar llegamos al jardín. Veo a Zain mirarme con una mirada entre feliz y sorprendida.
— ¿Que ocurre? — Llego hasta el y me toma de los hombros girandome.
Un imponente señor de unos 1.96 un cuerpo bastante trabajado con todo el sixpack que se pueda tener me miraba con ternura en su mirada. Yo lo vi extrañada hasta que una pequeña figura salió detrás de él. Mi corazón bombeó con desenfreno y sin parar. Mis nervios aumentaron violentamente y si no fuera por Zain hubiese caído por el temblor en mis piernas. La señora suelta un sollozo y baja la mirada hasta mi panza sonriendo.
— Hija ... — mi mundo se desvanece al escucharla.
Esperé tanto. Tanto, para escuchar esa voz que solo tenía en mis sueños, ahora la tenía al frente, Justo al frente. Ella corrió hasta mi envolviendome en un abrazo haciendo que saliera de los brazos de zain refugiandome en los de ella.
Comenzó a llorar y hasta ahora me daba cuenta que yo también. Por encima de su hombro capte la vista de aquel señor. Mi madre seguía sollozando y mis lágrimas no paraban. Levanté mis manos para que se uniera y ahí sentí el verdadero significado de la palabra familia.
