Lía
Juraba en este mismo instante que mi corazón quería salirse despavorido por mi boca. El aire no llega a mis pulmones sintiéndome ahogada. Era presa del miedo, uno que recorría por todas mis venas helando todo dentro de mí. Esto es imposible, irreal. Miles de sentimientos se juntan en este momento y simplemente no podía moverme de la impresión y el susto.
Un gran lobo azabache se alzaba frente a mi, sus ojos eran de diferente tonalidad uno de un azul completamente intenso y él otro de un verde mucho más claro. Una fina linea blanca resaltaba en su pata derecha subiendo hacía su lomo. Se encontraba en una pose imponente, muy diferente a su mirada, la cual me miraba con ternura.
Su gran tamaño me intimidaba. El lobo empezo acercarse hacía mi y por inercia retrocedo sintiendo mis piernas flaquear.
Zain es un lobo, un hombre lobo.
Esas palabra se repetían constante en mi mente envueltas en un eco perturbante.
Zain
El hecho de que escuche su corazón saliéndose y el olor de su miedo llegando hasta mi, me duele.
De repente se tambalea y por reflejo vuelvo a mi forma humana corriendo hacia ella atrapandola en mis brazos desmayada.════ ⋆★⋆ ════
— ¿Cómo está doctor? — Pregunto de brazos cruzados observando fijamente a Lia envuelta en mis sábanas con sus ojos completamente cerrados.
— La joven esta estable, le faltan vitaminas a su cuerpo y no se ha estado alimentando del todo bien, además, la impresión causada fue demasiado para su organismo por ende esto causó él desmayo. Necesito una buena alimentación y reposo, mucho reposo.
— ¿Entonces se despertará pronto? — Me senté junto a ella tomándola de la mano.
— Claro, solo procure que se cumpla lo que acabo de recomendarle y que tome mucho líquido.
— Gracias.
— De nada Alpha, con su permiso.
Regreso mi vista a Lía por un largo rato admirando cada una de sus facciones. Estaba más pálida de lo normal, sus pestañas tupidas, sus pecas, su pequeña y perfiladas nariz y sus labios sonrosados los cuales me llamaban a acercarme.
Ella era atrayente y el solo hecho de pensar que luego de tanto tiempo la tenía conmigo me hacía sentir pleno.
════ ⋆★⋆ ════
— Alpha — Escucho tocan la puerta.
— Pase.
— Su familia ha llegado.
Informó y solo Asentí.
No quería separarme de Lía en estos instantes pero debía recibir a mi familia, toqué su pelo una última vez, depositando un beso en su frente para luego salir de allí.
Bajé las escaleras hasta llegar al living girando a todos lados hasta que una melena negra se abalanzo contra mi cuerpo.
Sonreí ante él abrazo que mi hermana me brindaba.
— Te extrañé — Susurré cerca de su oído.
— También te extrañé.
— ¿Para mi no hay abrazo? — Preguntó mi madre detrás nuestro.
Coloqué a Scarlett nuevamente en él piso y saludé a mi madre con un abrazo, mi padre que se encontraba cerca de ella, me saluda con un apretón de manos sin una expresión en su rostro.
Mi madre era una mujer alta de piel clara, cabello rubio hasta los hombros, siempre iba sin maquillaje y eso la hacía mas bonita de lo que era. Aparentaba menos edad de la que tenía. Vestía elegante siempre, ojos verdes y unas largas pestañas.
Era amorosa, cariñosa, amable y simpática.Mi padre por otra parte era un hombre que a pesar de su edad era musculoso de cabello negro como azabache, ojos azules, mirada penetrante siempre era fría y calculadora.
— ¿Dónde está aquélla chica de la que tanto me hablaste cariño? — Pregunta mi madre mientras caminamos a la sala sentandonos en uno de los sofás.
— Está arriba — Mencioné simple mirando de reojo a mi padre.
— La quiero conocer — Pide Scarlett.
— Está descansando después de una caminata — Miento — La podrás ver luego.
— Espero sea digna de ser luna de esta manada, una loba de sangre pura.
Suspire pesadamente, había sacado él tema del que me tenía preocupado. Mi padre no llevaba una buena relación con los humanos ¿Que diría al enterarse de que mi mate es una?
× ×