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Zain
— De eso quiero hablarte — Mi madre y mi hermana nos veían expectantes — Mi mate no es loba, ella es una chica completamente humana — Aclaré algo tosco.
Su rostro fue de total desconcierto. Apretó los puños en su rodillas y me miro mal.
— Espero estés pensando seriamente en rechazarla, no quiero una simple humana al cuidado de mi manada. No dejaré que sea responsable del linaje Sokolov.
— Corrección, no es tú manada hace tiempo ahora me pertenece y, no pienso rechazarla, la amo y es mi mate no puedes hacer nada para evitarlo. — Le reto con la mirada y el gruñe enojado.
— Debes de obedecerme, soy tu padre y te lo ordeno Zain — Se levantó del asiento.
— Ya te dije que no — Me levanté de igual forma.
— Pudiste haber elegido otras lobas, que tengan beneficios para la manada. Sasha por ejemplo. No una simple y ordinaria humana ¡por la Diosa!
— Creo que deberían dejar esto aquí — sugiere mi madre interrumpiendo nuestra discusión.
— Es él que nunca me comprende — le señalo — Soy un hombre y se tomar mis decisiones por mi cuenta. No puedes disponer en lo que decida ni elija, No la dejaré y es mi ultima palabra.
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Lia
Había despertado desorientada y con un fuerte dolor de cabeza. Llevo mi mano hacía allí y observo mi alrededor, todo me daba vueltas. Volví acostarme mientras intentaba recordar lo que había pasado. Recuerdos llegaron borrosos a mi mente.
Debió haber sido un sueño - pensé.
La puerta se abre rápidamente y por esta pasa Zain con una bandeja que contiene comida y de inmediato sentí un deja vu.
— Que bueno que despiertas — llegó hasta mi sentandose a un borde de la cama — Estaba preocupado.
— ¿Cuál fue la causa de mi desmayo? — Le pregunto mientras me levanto de la cama con dificultad, mis piernas de encontraban temblorosas y no sabía la razón, así que volví a sentarme.
— ¿Que no te acuerdas? — Me miró extrañado.
— No, solo tengo pequeños recuerdos de cuando fuimos al páramo — cierro mis ojos y luego fijo mi vista en el — Y tuve un sueño bastante extraño que..
— No fue un sueño — Interrumpe de repente dejándome perpleja — Se que esto es raro para ti y, quisiera poder explicarte de forma que comprendas sin alarmarte — Hace una pausa mientras yo trato de asimilar lo que dice y él trata de medirse en sus palabras.
— ¿Eres un lobo?
— Sí — Ella intenta formular algo y cierra su boca de repente — Alpha más bien, lo cual quiere decir que estoy al mando de todo y tú, como mi pareja destinada, Eres mi luna.
— ¿Luna? — Pregunto más confundida y él asiente —Explicate.
— A ver. Los hombres lobos están divididas en manadas, yo dirijo Red moon que antes era dirigida por mi padre — Asiento — Cada lobo tiene a una compañera de vida asignada y a lo largo de su vida tiene que encontrarla. En este caso tu eres mi pareja. Los alphas también tienen su luna que vendría siendo tú. Estuve décadas buscándote y al fin te he encontrado.
