Un Amor Inesperado en Invierno

Capítulo 4. Un Encuentro Cercano

     Voy de camino con Milk y Goku. No veo por ningún lado a Angelina, dónde estará. Mis amigos se despiden y van rumbo a su siguiente clase. Mi teléfono suena, es Angelina.

―¡Bulma! ―exaltada
―Angelina ¿Dónde demonios estás?
―Amiga estoy en el cuarto de duchas de los hombres. Escuché ruidos extraños y entré para ver qué pasaba y me ha caído uno de los locker y he quedado atrapada. Amiga ven pronto a ayudarme ―se oye angustiada.

―¡Demonios! Que rayos haces en las duchas de hombres. Ya voy para allá.

     He llegado a las duchas. Entro para buscar a Angelina pero no la veo por ningún lado. Camino hacia los locker y no veo nada extraño, solo escucho una de las duchas abiertas. En ese momento escucho a alguien decir algo.

―¡Kakaroto! ¿Eres tú?
Diablos, diablos, diablos. Conozco esa voz
―¡Kakaroto! No estoy para bromas, dame la tolla.

     Volteo inmediatamente para retirarme pero un grito basto para devolverme.

―¡KAKAROTO!

     Voy rápidamente y tomo la toalla. Al estar cerca logro ver tras un vidrio empañado por el vapor una silueta encantadora. Mi corazón comienza a acelerarse, mi respiración se hace más densa. Es Vegeta. Veo su mano extenderse tras abrir un poco y le entrego la toalla. Voy rápidamente a retirarme cuando me dice algo.

―Kakaroto, no sabía que eras amigo de Bulma Briefs.

Dijo mi nombre, sin agregar el "señorita" ¿Qué está pasando aquí? Estoy a punto de salir cuando va saliendo y me captura.

―¡Maldición! ¿Qué demonios haces aquí? ―exaltado.
― Yy... yo lo siento no era mi intención ―tartamudeo.

     No puedo dejar de observarlo, se ha cubierto de improvisto con la toalla al notar que estaba allí. Su mirada es penetrarte, tiene el ceño fruncido y es porque a la que menos esperaba encontrar ahí era a mí. Su cuerpo es como el de un Dios, definido en todos los sentidos. Doy media vuelta para salir.

―¡No! ―exclama.

     De improvisto me toma por el brazo y me gira hacia él, mis manos quedan justo en su pecho húmedo, una electricidad recorre mi cuerpo. La habitación parece haberse tornado caliente y húmeda. Sus ojos negros profundos me invaden.
¿Qué es esto?

―Suélteme ―susurro
―¿Y si no quiero? ―susurra.
―¿Eh?

     Logra soltarme suavemente, estamos tan cerca que nuestras respiraciones logran combinarse, me alejo despacio y me retiro del lugar.

**Pensamiento De Vegeta**

¡Maldita sea! ¿Qué me está pasando con esa joven? no puedo darme el lujo de sobrepasar los límites. ¡Maldición! Estuve a punto de besarle, su mirada, no se que tiene que me enloquece, me atrae, es un ángel. 

*Culmina pensamiento de Vegeta*

***2 horas más tarde***

     Voy vía a mi casa. El teléfono comienza a sonar, observo y es Angelina. Activo el altavoz en el auto.

―Angelina ― digo paciente.
―Amiga, sé que no me vas a perdonar. ¿Cómo te fue?
―¿Sabes que voy a matarte? ―mi voz es serena.
―Lo sé, lo sé. Dime ¿Qué ha pasado?
― Te dejaré con la intriga por lo que hiciste ―le cuelgo.

     Voy manejando y no logro describir lo que ha ocurrido. Llego a casa, subo a mi habitación y me encierro. En ese momento recibo la llamada de Milk.

―Hola Milk ―contesto.
―Bulma, no te encontramos ¿Qué te hiciste?
―Tuve que solucionar algunas cosas Milk ―sin ánimos de explicar.
― Bueno. Te llamaba para invitarte a inscribirnos en clases de artes marciales. Goku y Vegeta serán los tutores.
―¿Qué? ―sorprendida.
― ¡Sí! Ya hay personas inscritas, hasta mañana tienes chance. ¿Te apuntas? ―dice con emoción.
―Lo voy a pensar Milk y te aviso con tiempo. Gracias por informarme. ―respondo.
―¡Ánimo Bulma! Va a estar estupendo ― dice entusiasmada.
― Gracias querida ―Me despido.

     ¿Que ha ocurrido? mi cerebro no logra procesar tantas cosas. Lo que paso con Vegeta y ahora las clases de artes marciales. Tengo poco tiempo para decidir si apuntarme a esa nueva experiencia que presiento cambiara mi vida y la de él.