Capítulo 1. Miradas Profundas

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     Es de mañana y hace un frío insoportable; ha comenzado a nevar. Miro la hora, ¡Demonios ya es tarde! Me he abrigado bien y debo confesar que amo esta estación del año y más por el atuendo que uno debe usar.

***15 Minutos luego***

―Bulma, hija, antes de que te vayas...

―Hola papá, buenos días ―lo interrumpo.

―Buenos días cariño. Me siento orgulloso de ti, ya hoy comienzas el último semestre de tus estudios universitarios. El tiempo pasó tan rápido. Recuerdo el día que decidiste estudiar para ser una gran científica como tu padre ―sonríe de emoción.

―Sí papá, y lo mejor ha sido tu constancia a mi lado inventando tantas cosas ―lo abrazo.

―Hija, una Briefs conquistará al mundo con sus inventos ―Me abraza.

―¡Sí! Papi me voy, deséame suerte ― camino de prisa.

―Ya la tienes cariño. Cuídate ―responde.

***En la Universidad***

     He llegado. Voy de inmediato corriendo a mi aula de clases, abro la puerta despacio y veo a mis compañeros que me dan señales de estar llegando tarde. En ese momento veo a mi tutor, él voltea a verme, su mirada es juiciosa.

―¿Qué desea, señorita? ―pregunta.

―Disculpe, me he retrasado un poco ¿Puedo pasar?

―¡No! cierre la puerta. ―responde enojado.

―¡QUE INJUSTO! ―pensé en voz alta.

― ¿Cómo dijo señorita? ― Se va acercando a la puerta.

―Nada, disculpe ―cierro con fuerza.

      Voy camino a la cafetería, me encuentro con Goku y Milk.

―¡Amigos! ―hago señas para que puedan verme.

―¡Bulma! ¿Qué tal has estado, ya viste tu primera clase? ―pregunta Milk.

―No me hablen de ello ―respondo con desconcierto ―No pude entrar por llegar tarde. Además, el tutor que me ha tocado es un completo patán.

―Tranquila Bulma, es el primer día ―dice Goku.

―Es el primer día y ha comenzado mal por su culpa ―agrego.

―Todo saldrá bien ―dice Milk ―Nos vemos luego ―se despiden.

―Hasta luego chicos ―sonrío.

     Minutos más tarde, me encuentro sentada tomando mi latte, pensando en ese extraño personaje que es mi tutor. De pronto se abre la puerta de la cafetería y va entrando. Es un hombre corpulento, su cabello es negro en forma de flama, muy peculiar por cierto. Lo observo detallando cada parte de su cuerpo, debo confesar que es muy apuesto. Él está pidiendo su latte y yo lo observo, cuando de improvisto voltea y fija de nuevo su mirada juiciosa en mí. ¡Oh no! se ha dado cuenta que soy yo a la que le prohibió la entrada a primera hora, me levanto y voy de salida, camino por su lado y siento como si el tiempo se detuviera en ese instante y pasara muy lento, el no deja de mirarme. Su mirada es oscura y misteriosa siento que camino con lentitud y nos miramos fijamente. Intercambiamos miradas profundas.

***20 Minutos luego***

     Estoy en mi segunda clase. Esta vez he llegado antes de tiempo.

―¡Bulma! amiga, ¿qué ha pasado que has llegado tarde? ―pregunta mi compañera de estudios, Angelina.

―Me he quedado dormida, anoche me trasnoche leyendo ¿me permites para apuntar? ―pregunto viendo un lapicero en su mano.

―¡Por supuesto, ten! ¿ya viste a nuestro nuevo tutor? Es muy guapo, solo que es odioso.

―Sí, lo noté ―digo con sarcasmo.

―Luego de que cerraras la puerta tan fuerte preguntó tu nombre y se distrajo un buen tiempo ―dijo Angelina.

―¿Es en serio? ―pregunto sorprendida.

― ¡Sí! ―responde con entusiasmo.

―No me interesa, empezamos muy mal.  Sé que fallé en llegar tarde, pero, me enoja su descortés.

     Al cabo de unos minutos entra el nuevo tutor, yo culmino mis apuntes pero no me interesa observarlo.

Un Amor Inesperado en InviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora