Un Amor Inesperado en Invierno

II Temporada Capítulo Final.

POV Vegeta

Voy rumbo a buscar a mi hija, mi móvil suena y veo un número desconocido.

―¿Si? ―contesto mientras me concentro en la vía.

―Vegeta, hijo, soy tu padre.

―¿Qué sucede? Estoy ocupado.

―¿Todo está bien? Estoy comprando unas cosas y vi a una mujer extraña con una bebé parecida a Bra.

―¿Dónde estás, cómo es esa mujer?

―Es de estatura baja, delgada y lleva el cabello de color negro recogido.

―Escúchame, no la pierdas de vista, pero no te le acerques porque te va a reconocer. Si se va, síguela. Esa niña es Bra.

―Ok, estoy en el Fuji.

―Voy para allá ―cuelgo la llamada. ―Maldita loca, te voy a matar si le haces daño a mi hija.

POV Bulma.

Despierto y observo mí alrededor, Trunks está dormido a mi lado, me levanto en silencio para no despertarlo y bajo a la cocina.

―Cariño ¿cómo te sientes? ―pregunta mi madre.

―¿Dónde está Vegeta? ―inquiero.

―Él salió sin decir nada, mi vida.

Mi móvil notifica que ha llegado un mensaje de un número desconocido, lo abro y está anexada una imagen, le doy en ella y siento mi corazón detenerse al verla, mi respiración se agita. Es Kale con Vegeta, en una posición comprometedora, acostado sobre ella en una cama, cuya descripción dice así: "Si me lo dejas a él te entrego a tu hija, aún la memoria de su piel no me olvida, me sigue haciendo el amor como un adonis... Ven por tu hija, porque tu ex esposito no llegará esta noche"

―Ve... Vegeta... ¿Cómo pudiste hacer eso?

Tomo el móvil y le marco a Vegeta.

―Hermosa, todo está bajo control ―contesta.

―Cállate, eres un asqueroso. ¿Dónde está mi hija?

―Bulma, tranquila estoy en eso.

―Sí, ya sé que estás en eso, quiero a mi hija, eres un cerdo Vegeta Ouji, jamás imagine que fueras capaz de tal cosa.

―Bulma, ¿por qué hablas de esa forma?

―¿Dime dónde demonios estas con mi hija?

―Amor voy llegando al Fuji... Kale tiene a Bra aquí.

―Kale me envió una imagen comprometedora contigo.

―¿Qué? Bulma, no le hagas caso, es una trampa, no te muevas de casa.

POV Vegeta

Llego al supermercado y llamo a mi padre.

―¿Dónde estás? ―le pregunto.

―Estoy en el área de la farmacia, la bebé está llorando y esa mujer le está gritando ¿qué demonios ocurre, hijo?

―Ya estoy cerca.

Camino unos cuantos metros y ahí está él.

―¿Dónde está?

―Ahí. ―Señala. ―Ha estado comprando leche y pañales.

―Esa maldita loca fue mi pareja algún tiempo, pero nos separamos. Ahora se ha convertido en una pesadilla y secuestro a Bra.

―Hay que detenerla.