II Temporada Capítulo 22 Noche de Amor Intenso

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POV Bulma

Estoy aquí... siendo suya, resistiéndome a sus encantos. Me han dado un fármaco para hacerme un daño y ha resultado hacer el efecto contrario. Lo estoy disfrutando y con él, con el único hombre al que amo. Los síntomas pasarán; lo sé, y no los extrañaré porque más de éstas cosas me hace sentir éste hombre. Me lleva a la luna, a las estrellas y al infinito y más allá llego cuando estoy entre sus brazos.

Soy sometida por sus ingenios, atrapada con unas esposas y siendo embestida por la pasión que ha creado el hecho de esta noche. Vegeta me posee por la cintura y yo me inclino más para dar un mejor acceso. Me sostengo de la barra con mis manos y nuevamente siento un orgasmo y esta vez más fuerte que los anteriores.

―Demonios... Ve – ge – ta ―digo ante cada percusión entre nuestros cuerpos.

―Te amo, Bulma. Eres solo mía,p mujer... ―dice jadeante.

―Yo más a ti... ―digo contrayéndome ante el proximo orgasmo.

Respiro profundo para sobreponerme mientras él retira rápidamente las esposas de mis muñecas y me lleva a la cama. Comienzo a besarlo hasta cambiar de posición y ponerme sobre él.

―Espera un momento... ―me levanto y me dirijo hasta la bolsa roja y busco algo para vendar sus ojos y lo encuentro.

―Voy a colocarte esto. No quiero que interfieras ante lo que haré...

―Mujer... ¿quieres volverme loco?

―Si, eso haré...

Voy a la mesa y tomo la charola con frutas y chocolate. Me subo a él, siento sus manos en mis piernas, tiene los ojos cubierto y una sonrisa ladina que lo caracteriza, es jodidamente encantador. Con una cuchara tomo chocolate y lo derramo sobre su torso definido.

―Mmm... huele a chocolate ¿Qué harás? ―pregunta ansioso.

―Relájate... ―digo bajando sus manos que intentan tocar mis pechos.

Tomo una fresa y la paso por sus labios y él va abriendo la boca despacio hasta que da un mordisco.

―Mmm... Así me encanta que me muerdas. ―le confieso y el mastica lentamente, hasta eso lo hace ver sensual.

Riego fresas entre su pecho y su abdomen con el chocolate. Me acerco y con mi lengua comienzo a lamer el chocolate y a comer fresas.

―Mujer, demonios ¿Qué haces? ―respira con excitación.

―¿Te gusta?

―Si, sabes que me encanta lo que haces.

Voy comiendo y lamiendo, hasta llegar a su intimidad.

―Bulma. No lo hagas. ―expresa frunciendo los labios.

―Shh...

Me llevo su miembro a mi boca nuevamente, y empleo mi mejor técnica para satisfacerlo al máximo.

―Rayos, mujer. Lo haces tan... tan... Bul... me vengo...

―¡No! ―me detengo.

Me subo sobre él, entra en mí y siento nuevamente venirme ante su tacto en mi interior. Se quita la venda de los ojos, se levanta y cambiamos de posición esta vez estoy boca abajo apoyada de mis rodillas y mis brazos.

―¿Te gusta esta posición, no es así Vegeta? Eres un simio, siempre quieres hacerlo como si fueras un animal...

―Pues si, eso sucede cuando te tengo tan dispuesta para mí. Además; tú me los has pedido. ―manifiesta.

Con una mano en mi cintura y la otra en mi hombro me controla, amo que haga eso, él es mi animal salvaje y yo su fiera.

―¿Te gusta, eh? ―pregunta con cada embestida que hace en mí.

―Si. Demonios. Me encanta, soy tuya...

―Y tú mía.

En ese instante se inclina sobre mí para apoderarse con más fuerza de mi ser y moverse con más intensidad.

―Ve, ge, ta... Sigue... no te detengas... ―le suplico.

Su rostro está hundido entre mis cabellos, embistiéndome como nunca. Sus gruñidos entre dientes son muy intensos y excitantes. Y yo tan solo me deleito. Tocamos de nuevo las estrellas para nuevamente ser arrastrados por la gravedad que proporciona aquello llamado éxtasis.

―¡Ahhh!...

Continuará...

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Un Amor Inesperado en InviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora