Un Amor Inesperado en Invierno

Capítulo 13. Rompe Corazones

     Estoy lista. Preparada para hacer algo diferente esta noche. Sé que estará ahí, y quiero confesar que luego de haberlo pensado mucho, me he dado cuenta que estoy supremamente enamorada de él. Pero esta noche será mía. La científica Bulma Brief que ven caminar a diario por los pasillos de la universidad, aquella joven centrada, con libros en sus manos, que aporta excelentes notas, hoy dará a conocer su lado atrevido y sofisticado. Basta de la niña tierna que el mundo ve como el ejemplo a seguir. Esta noche me quito ese traje y uso otro, el que todo hombre desearía conocer. Pensarán que lo hago por él; en cierta parte sí. Pues, quiero mostrarle lo que ha perdido, y en la mayor parte lo hago por mí, porque tengo derecho y soy mujer.

(...)

Bajo los escalones despacio, no quiero interrumpir a mis padres pero uno de ellos lo nota.

―Cariño, ¿eres tú? ―pregunta mi padre limpiando sus anteojos.

―Si papá, voy de salida. Milk hará una fiesta y fui invitada, descuida estaré bien ¿Me prestas tu auto? ―Le sonrío de oreja a oreja.

―Vaya, tesoro. Estás estupenda. Esos ojitos azules y esa vestimenta romperán corazones. Por supuesto, puedes llevarlo. ―dice mirándome de arriba abajo con gran expresión.

―Descuida, te aseguro que no tendrás nuero todavía. ―aclaro riendo.

―Cariño, eso no lo decides tú. Cuando se trata del corazón, hasta el orgullo más grande es atrapado por sus dulces aromas.

―Oh, papá. Estas poético hoy. Bueno, adiós. Voy demorada. ―le doy un beso y voy de salida.

Esta nevando. Tomo mi bufanda y la uso para no pescar un resfriado. Conduzco y no dejo de pensar. ¿Será que Yamcha también asistirá? No he hablado con él desde que me regaló el ramo de rosas. Aun así, me pregunto en voz alta.

―¿Cómo puedo aceptar que Yamcha sea de esa forma si es la misma forma por la que estoy cuestionando a Vegeta? Creo tener una respuesta a eso, y es que no me duele tanto lo que haga Yamcha. Pero Vegeta sí. Me lastima que él lo haga, no lo soporto. ―confieso con la mirada centrada en la vía.

(...)

He llegado a casa de Milk y Goku. Está muy alumbrada, es grande y hay gente fuera. Tomo mi bolso, bajo primero una pierna y detallo como hay hombres ya observando. Me bajo definitivamente y cierro la puerta activando el sistema de bloqueo. Voy caminando por la acera y no puedo evitar reír internamente, soy el centro de atención. Veo chicas reclamando a sus novios por la forma en que me miran. Tomo el camino para entrar a la casa, hay buena música, gente bailando y tomando. Me detengo en la puerta y miro a todos lados. Milk viene corriendo hacia mí gritando mi nombre.

―¡Bulma! Mujer pero que hermosa estás. Wau, no conocía ese lado tuyo. Por ahí está Goku. ¡Ah míralo! está hablando con Vegeta. ―demonios ahí está. ―¡Goku!― grita Milk.

Todo parece estar en cámara lenta. Los dos voltean y es ahí donde disfruto su mirada. Goku viene caminando pero él está anonadado, tal parece que estuviese viendo a un ángel.

*Pensamiento Vegeta*

Me encuentro hablando con Kakaroto pero mi mente está en otro lado, ¿Vendrá? Es la pregunta que me hago internamente. La voz de Milk me saca de mis pensamientos al llamarlo. Volteo y no puedo creer lo que ven mis ojos. Es Bulma, está aquí. Mi cuerpo responde automáticamente al verla.

El corazón se me acelera, las manos me sudan frío, el estómago se me comprime y mi "amigo" una vez más comienza a darse a notar levemente. Es perfecta, es mi ángel, es ella, es tan sensual, tan provocativa y no aparta su mirada de mí ni yo de ella. Sus piernas, ¡Maldita sea! ese vestido le queda a la perfección. Calma Vegeta, no muestres ánimos de quererla tener contigo o mejor dicho, hacerle el amor como nunca. Todos los hombres la devoran con la mirada y eso no me gusta nada.