Abrí los ojos, y lo primero que mis ojos le llaman la atencion, es la cara angelical de April mientras duerme. Después de de la noche anterior, luego de darle de cenar y de tomarse sus medicamentos, nos quedamos mirando la pelicula, no había empezado bien el intro y ella estaba arropada completamente y muy lejos de la realidad, había caído en una gran sueño lo cual me parecía algo tan lindo verla asi. Me quedo observando todo de ella, la textura de su piel, su pelo oscuro, sus labios, sus hermosos y deseable labios. Toco lentamente su mejilla y esta frunce el ceño y su nariz se arruga, lo cual me parece coqueto y tierno, el caliente en su mejilla se volvió un poco más intenso, esta abrió los ojos lentamente y se quedó observando detenidamente una vez más.
-Aidan, ¿Que haces aquí? - me miró sin ninguna expresión en su rostro lo cual me pareció algo extraño que no me rompió la cara o algo parecido como lo suele hacer. Bueno tal vez esto sea un buen comienzo.
-Estoy cuidando de ti pequeña. - Ésta tira un suspiro y vuelve y cierra sus hermoso ojos. Me levanto de la cama, y observé la hora en mi teléfono.
- Ya es hora. - camino hasta afuera de la habitación, y le hago señas a Sofía que se encontraba dos pasillos después de mí, ésta sonríe y corre pisos abajo. Escuché pasos subir las escaleras, lo cuál me sorprendió ya que sé, que Sofía sólo tiene dos pies.
Veo a la madre de April subir los escalones, a Zed, Terra, y Sofía.
-Esperen, esperen. ¿Qué hacen ustedes Aquí?. Sofía, se suponía que buscarias el regalo, y el pastel, no a su família, tú sabes bien, que April lo único que pidió fue tranquilidad.
- Ay!! Por favor Aidan, no es para tanto, además April no vive sin mi y la primera que debe de verla en su gran día soy yo!! Nada más ok?. Y además guapo, no creó que debas prohibirle nada a tu cómplice , la que cubre, tu grande, masculina y sexy espalda. Sales con mi mejor amiga, la que pone las reglas aquí soy yo guapo así que aste a un lado. - Ésta tenía su rostro muy cerca del mio, con una mirada manipuladora, y muy probocadora, viendo de ser a Zed, es muy bonita. Pero es muy inrritante, pobre de April.
- Zed, déjame entender bien, ¿acaso tú tratas de manipularme?.
- Así es guapo. ¿Funcionó? - Ésta sacó una gran sonrisa, y golpeó mi hombro. Sin duda alguna esta chica está loca pero pensándolo bien, ella tiene razón April está muy delicada de salud, y se perfectamente no sé ah enfrentado a mí por que está enferma y no quiere molestarse con eso. Y por otro lado, le hará bien sentimentalmente, se que tienen mucho que no se ven, ya que April se está alejando de todo, y también sé que se siente horrible, ¿que se que soy un monstruo?, Aunque me duele admitirlo lo sé. Pero no puedo dejar que ella se me escapé de la mano, eh estado preparándome para todo esto, estos últimos años, y sabía que no sería fácil, pero no que tan difícil.
-Así es Zed, Aidan ella tiene razón, además soy su madre, y tu sales con mi hija pequeño mocoso, yo te cambié el pañal, así que sí, te estoy manipulando. - tire un fuerte suspiro y frunci el ceño al comentario de la madre de April y señale la puerta, hasta que escuche un chillidos de parte de Zed, y dañar un poco mi oido.
- ¡Cómo sea lagartija! - Estás entran a la habitación, miro a Sofía y está tiene una sonrisa de oreja a oreja, nunca la había visto tan contenta. Como sea la miré y ésta extendió su mano y me paso una pequeña cajita donde se encontraba su regalo. Sofía se encargó de prender las velas del pastel donde se encontraban 21 velitas de diferentes colores en un gran pastel de crema pastelería tan como le gusta a ella. Me acuerdo cuando la vigilaba, ella iba a la pastelería con Zed, y cada vez que comía una pequeña porción se le hacía agua la boca, sus ojos se dilataban y su cara tenía una expresión de excitación lo cual me provocaban grandes pensamientos con ella, y me daban deseos de aparecer, pero sabía que aún no era el tiempo y tenía que esperar un poco más.
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Tú siempre y para siempre serás mía
Teen Fiction¿Que clase de amor es éste?, amor posesivo y egoista, ¡Oh no!, ésto no lo voy a permitir, no soy un objeto. Debi preguntarme hace tiempo, a que límite puede cambiar una persona solo por ti, no me refiero a un cambio bueno, un cambio de poder y poses...