Besos sabor café.-Joel.

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OS TO: MalejaLeonUsme

¡Qué lo disfrutes, MaleBebé! Un beso hasta Colombia. XX.
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—¡María Alejandra, por el amor de Dios! ¡Es tardísimo!—se quejó su madre frenando el auto para que ella pudiese bajar. La castaña entornó los ojos y negó un poco.—Date prisa, por favor. Sabes que odio llegar tarde—agregó.

La chica sonrió ampliamente, inspiró profundamente y tiró con fuerza la puerta para poder entrar en la cafetería. De inmediato el olor a granos de café recién molidos inundaron sus fosas nasales y otra extensa sonrisa de instaló en sus labios.

Avanzó cautelosamente hasta la caja registradora donde un chico de cabellos negros, sonrisa encantadora y ojos color chocolate enmarcado por largas pestañas negras le dio la bienvenida como todos los días.

Pero para mala suerte de la chica, él parecía no notarla. Siempre estaba en su propio mundo y Male tenía la sensación de que él vivía encerrado en su propio pequeño mundo, un mundo donde lastimosamente ella no tenía lugar.

Y es que después de todo el hecho de que cada mañana ella llegase tarde a la universidad por el simple hecho de ir por un café tenía un motivo. Él.

Male todavía recordaba la vez que ella había encontrado la cafetería, su mundo color de rosa a lado de Alan se había desmoronado a pedazos en el mismo momento en el que lo vio compartir un beso –que para nada parecía forzado- con Kiara. La que se suponía que era su mejor amiga, la que se suponía jamás la iba traicionar y la que hizo precisamente eso, traicionarla.

Mientras trataba de huir patéticamente casi corriendo por la acera en un vano intento porque su ex novio no la encontrara había chocado con Joel que ese día limpiaba los enormes ventanales del local. La manera tan comprensiva en la que él la miró y la manera en la que sus manos la tomaron de los hombros para hacerla reaccionar iban a quedar grabados en su mente hasta el último de sus días.

—¿Te encuentras bien?—había preguntado sin apartar sus lindos ojos marrones de ella.

—Si...—murmuró ella deshaciendo su agarre porque todo lo que quería era marcharse para Alan no pudiese encontrarle nunca más.

Un acto demasiado tonto tomando en cuenta que compartían clases y que sus madres habían sido mejores amigas en la universidad por lo tanto sus familias eran demasiado cercanas, sin embargo, en ese momento estaba siguiendo un impulso y eso era lo que quería. Huir.

Pero también, esas habían sido las únicas palabras que cruzó con él. Bueno, sin contar la incontable cantidad de veces que había dicho "Un café mocca con crema batida, por favor" y el "gracias" que intercambian prácticamente todos los días.

—Uh ¿disculpa...vas a ordenar algo?—cuestionó la voz del muchacho sacándola de su trance. Los ojos de la castaña se conectaron con los de él un segundo y sintió sus mejillas calentarse de inmediato. Soltó un pequeño suspiro y tratando de no mirarlo a los ojos para no pasar más vergüenza asintió.

—Un...

—Un mocca con crema batida para llevar—adivinó él. Male levantó la mirada de inmediato y le ofreció una pequeña sonrisa.

—Si...—susurró. Joel también le sonrió y se giró un poco para entregarle un papel a una de las chicas que también vestían el uniforme de la cafetería.—Demasiado predecible ¿no?—cuestionó en medio de un pequeño suspiro. Él negó.

—Es...algo del oficio—respondió él encogiéndose de hombros.

—Debe ser lindo, supongo...—inquirió ella ofreciéndole una pequeña sonrisa que él correspondió un momento después.

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