ONE SHOTS|CNCO

Treinta[uno] |Joel.

-Promételo...-susurró Joel sin dejar de mirarla a los ojos.

Sol sonrió. -Te lo prometo. -respondió.

El corazón de Joel dio un vuelco y la envolvió en un largo abrazo con él le hacía la promesa silenciosa que a pesar de todo; todo estaría bien.

-Te quiero...-murmuró.

-También te quiero. -anunció. -Muchísimo, Joel.

-Cada treinta...-ella asintió.

-Cada treinta...

Tres años después...

-¡Dios, deja de hacer eso!-se quejó Sol entornando sus ojos.

Camila se echó a reír divertida y negó un poco.-¿Por qué estás de mal humor?-cuestionó la chica sin perder la sonrisa de su rostro.

Sol bufó.-No estoy de mal humor.

-Pues deberías avisarle a tu cara porque dice todo lo contrario.-decidió.-ya, dime que es lo que te pasa...

-De verdad no me pasa nada, sólo supongo que dormí bien y eso es todo...

-¿Tienes planes para mañana?-cuestionó la muchacha.-Escuché que Jason dará una fiesta épica mañana por la noche y no lo sé, tal vez te apetecería venir...

-No lo creo.-respondió de inmediato.

-Sabes que no soy mucho de fiestas, prefiero quedarme aquí...-suspiró.-Además...

-Sí, sí. Mañana es treinta y haces alguna especie de ritual o algo así...-la muchacha se echó a reír de inmediato de la mueca de confusión y gracia que había en el rostro de su mejor amiga.-¿Qué es lo que haces, Sol?

-Nada en realidad, simplemente me quedo y reflexiono...

-Y huyes.-agregó.-¿Qué? No me mires así, nos hemos conocido durante tres años desde que llegaste aquí y siempre es lo mismo. Es como si huyeras de algo...o de alguien...

-No estoy huyendo de nada ni de nadie y tampoco es como que haga la cosa más interesante, simplemente me quedo aquí y hago cosas normales.-le espetó.

"Cada treinta".

-Bien, pues si cambias de parecer sabes que solo tienes que llamarme...-le dijo la chica poniéndose de pie. Se acercó a ella y deposito un pequeño beso sobre su mejilla antes de comenzar a caminar en dirección a la salida de la habitación de su mejor amiga.-Y Sol...

-¿Si?

-A veces es bueno hacer las paces con tu pasado...-las mejillas de la muchacha se sonrojaron de inmediato.

-Claro...-asintió.-Lo tomaré en cuenta...

-Eso espero...

Sol dejó escapar un largo suspiro tan pronto como la puerta se cerró y se encontró a sí misma en la soledad y de su habitación. Porque al final de cuentas siempre estaba sola.

Se dejó caer sobre su cama y contempló fijamente el techo de su habitación mientras una vez más los recuerdos que la atormentaban desde hacía tres años llegaban hasta su cabeza una vez más.

Los días que había pasado con Joel sin duda alguna habían sido los mejores de su vida, pasaban el día entero riendo y compartiendo que finalmente y sin que pudiese evitarlo realmente se enamoró de él.

Se enamoró de su sonrisa. De la manera en la que sus ojos marrones se llevaban de diminutas arrugas cuando se reía. De la manera en la que su cuerpo entero reaccionaba cuando él la besaba. Se había enamorado de la personalidad tan linda que él poseía. Se había enamorado de él por completo.