ONE SHOTS|CNCO

ROSAS (Pte. II)-Erick B. Colón.

—¿Por qué en lugar de enviar cartas anónimas a Ada no vas y le dices todo de frente? —cuestionó la chica entrelazando sus manos encima de la mesa.

Erick la observó en silencio sintiendo como con cada segundo que avanzaba los latidos de su corazón se duplicaban. Estaba completamente seguro que de seguir así en cualquier momento iba a sufrir un colapso nervioso y ya era bastante patético tener que aguantar a Joel como también desmayarse y ser más patético todavía.

—La verdad es que es una tontería...—respondió él encogiéndose de hombros.

—¿Una tontería...?—replicó la Alex.—Discúlpame, Erick...pero sentir amor por otra persona nunca en la vida podría ser una tontería...¿entiendes eso, cierto?—negó.—No es que yo sea la chica más romántica sobre la faz de la Tierra pero hasta para mí que no soy una persona romántica es evidente que el amor no es una tontería en absoluto...—se quejó.

—No quiero arruinar las cosas con Ada...—susurró afligido.

—Quedándote callado y dejando que Joel pase por encima de ti y de tus sentimientos no es la solución...—respondió ella frunciendo sus labios.—Erick...todo lo que escribes en esas notas que le dejas a Ada es lo más bonito que ella ha recibido en tu vida...y sale de ti, de tus sentimientos... ¿Cómo crees que va a ser posible que Joel lo arruine...?

—¿Es que no lo entiendes?—cuestionó él mirándola fijamente.—¿Cuánta oportunidad crees tú que un chico como yo podría tener con Ada? La conozco desde hace mucho tiempo y nunca me ha volteado a ver...siempre he sido su amigo y para ella no existo para ser algo más...—se quejó.—¿Qué caso tiene defender mis notas si de todas maneras soy lo suficientemente cobarde como para no reunir el coraje suficiente y decírselo...?

—¿Y has pensando que tal vez a ella le gustaría que tú le dijeras que quieres estar a su lado?—le preguntó lentamente haciendo que el corazón de Erick y su piel reaccionaran ante las palabras de la muchacha frente a él.

Cierto que alguna vez él había pensado y deseado fervientemente que ella sintiese lo mismo que él. Pero era realista y sabía muy bien que a Ada le gustaba Joel. Le había gustado desde el primer momento en el que él se había cruzado con ella en los pasillos de la universidad. ¿A quién en su sano juicio no iba a gustarle Joel? ¿Y quién en su sano juicio iba a estar con Erick cuando existían chicos mucho más apuestos que él?

Sí. Nadie.

—Alex...

—Erick...sólo tienes que decírselo y ya...—hizo una pausa—Ada es tu amiga y nunca va a dejar de serlo sin importar si le dices que estás enamorado de ella o no, necesito que entiendas eso para poder ayudarte...—le explicó lentamente.

—Está bien...

—¡Ese es el Erick del que estoy orgullosa!—le sonrió.—Ahora... ¿listo para mi plan...?

—Creo que si...—murmuró lleno de inseguridad. Alexandra entornó los ojos y negó rotundamente.

—Se dice, estoy más que listo, Alex...

—Pero...—ella lo fulminó con sus marrones ojos y Erick le sonrió nerviosamente.

—¡Repítelo!—le ordenó cruzándose de brazos.

Los ojos de Erick se quedaron fijos en la muchacha comprendiendo que de nada servía seguir poniendo resistencia si de toda manera él iba terminar haciendo lo que ella pedía. ¿Entonces qué caso tenía debatir, cierto? Inspiró profundamente esperando que el aire que acababa de hacer entrar en su sistema respiratorio también le diese un poco de valor y le sonrió débilmente pero al menos ya no se sentía tan nervioso.