Besos incómodos.-Joel.

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Joel Pimentel realmente no terminaba de comprender como es que había terminado metido en semejante lio. Bien, no es que en realidad no supiera era más bien que fingir que no sabía era mejor.

—Recuérdame por qué demonios estoy haciendo esto—pidió Joel en medio de un largo suspiro.

Christopher rio en voz baja y luego se encogió de hombros.—Porque cuando quieres puedes tener ideas brillantes—respondió con una mueca de diversión.

—Esto es culpa tuya—replicó Joel. Christopher negó.

—Claro que no—respondió.—Es tuya por no mantener la boca cerrada cuando debes.—se burló.—Si tan sólo hubieses permanecido callado entonces ahora no tendrías que estar a punto de besar a una monumental cantidad de chicas...

—No sè en que momento dije que si...—susurró afligido.

—Bueno, tampoco es como que lo que vas a hacer sea una tortura o algo por el estilo...si te lo piensas bien, muchos quisiera estar en tu lugar...—comentó el castaño sonriéndole débilmente.

—¿Y por qué entonces no lo haces tú?—cuestionó Joel. Christopher negó.

—No, gracias. Además, sabes que si dijiste que si es sólo porque Michelle fue quién lo propuso...—anunció Christopher.—Quiso hacer la versión dos punto cero del stand de los besos y tú como tonto dijiste que si...—Joel suspiró.

—Creo que voy a enfermarme...—susurró.

—Enférmate mañana, justo ahora tienes que ir a cumplir con tu deber—le dijo su mejor amigo cruzándose de brazos de manera divertida.

—Prométeme que no vas a dejar que ninguna nerd me bese...—pidió tomándolo de la camiseta. Christopher entornó los ojos.

—Suéltame—chilló.

—Siempre y cuando me den su dólar por supuesto que voy a dejar que todo el mundo te bese...—replicó Christopher.—Así que andando, campeón...disfruta de esto...

—¿Cómo demonios me dices que disfrute si...?—Christopher sonrió de inmediato.

—Tal vez así aprendes a decir que no...

(...)

El pulso de Joel realmente no daba para más. Tenía la necesidad de salir corriendo lejos de todo el mundo, su instinto de supervivencia le decía que tenía que irse y ponerse a salvo de la misma manera en la que le decía que no podía huir y dejar votado todo. Michelle contaba con él –aunque el trabajo no le gustase- y él le había dado su palabra de que lo haría –aunque ahora quisiese hacer todo lo contrario-.

Jugueteó con sus manos nerviosamente esperando pacientemente a que el tiempo se pasara de forma lenta para no tener que comenzar a besar chicas. La única regla que Michelle había puesto era que él no podría ver a quién besaba. Al principio Joel había protestado por eso pero después de pensarlo una noche entera decidió que aquello era lo mejor.

Si eran besos incómodos al menos tendría la fortuna de no ver con quién los estaba compartiendo ¿no? Además, algo le decía que Michelle lo besaría y era lo suficientemente tímida como para no querer que se diese cuenta que se trataba de ella.

Joel la amaba en secreto. Bien, no es que la amara en sì pero estaba completamente seguro que lo que sentía era algo muy parecido al amor porque la manera en la que su corazón –y su cuerpo- reaccionaba cuando ella estaba cerca era tan...abrumador que le daba escalofríos de sólo pensar en ello.

Se colocó el cubre ojos e inspiró profundamente quedándose completamente quieto. Escuchó la puerta abrirse y luego la risa de Christopher—Estúpido, me asustaste—se quejó Joel.

ONE SHOTS|CNCODonde viven las historias. Descúbrelo ahora