Mensajes.-Zabdiel De Jesús.

1.1K 69 10
                                    

Con la espalda desnuda apoyado en el respaldo de la cama, Zabdiel observó a su novia caminar descalza por la habitación tratando de encontrar sólo Dios sabía que. Su cabello atado en un desprolijo moño y la ropa holgada solamente le daban un toque único a su belleza singular.

Su relación había comenzado de una manera totalmente inusual. No, él no la había visto ni había sido amor a primera vista ni nada de esos clichés de libro, al contrario, ella lo había insultado cuando por equivocación Zabdiel le había enviado un mensaje de texto.

Dale, Chris. Podemos invitar a un par de chicas para distraernos esta tarde y pasar un buen rato.

Ese era el mensaje que se suponía tenía que llegar a Christopher, pero por cuestiones de torpeza, casualidad, destino o lo que fuera que había sucedido, el mensaje había terminado en la bandeja de mensajería instantánea de Jodie.

Imbécil, las mujeres somos más que un objeto para pasar un buen rato y distraerse. Típico macho. Y para tu jodida información, esté no es el número del idiota de tu amigo Chris que seguro también las utiliza.

Soltó un pequeño suspiro y sonrió al tiempo que los ojos marrones de Jodie se posaban en él. La chica le ofreció una amplia sonrisa y lo observó con fijeza.

— ¿En qué piensas?—cuestionó la voz de Jodie frente a él.

— ¿Recuerdas la primera vez que tú y yo hablamos?—preguntó con diversión.

Las mejillas de la muchacha se sonrojaron pero asintió firmemente. Jamás iba a poder olvidarlo de hecho, había sido divertido ahora que lo veía pensaba tres años después.

Literalmente, un mensaje equivocado le había cambiado la vida.

...

Jamás pensé que le hubiese enviado un mensaje a una chica loca feminista. ¿Vas a hacerme una manifestación para protestar sobre los derechos de las mujeres? Me equivoque, claramente el mensaje no era para ti, psicópata feminista.

Jodie soltó una risita, aún era capaz de recordar con claridad la respuesta de Zabdiel. La había llamado loca feminista. Ella había estado a punto de enviarle un nuevo mensaje, pero su hermana, su inoportuna hermana había irrumpido en su habitación para arrastrarle hasta el centro comercial, así que su oportunidad para responder se había esfumado tal cual agua entre los dedos.

Hasta que por supuesto, él había roto el hielo y fue el primero en ceder.

Oye, ¿Estas ahí? ¿Cómo te llamas? Yo soy Zabdiel.

Jadié no podía apartar la mirada de la pantalla de su teléfono. El imbécil-utiliza-mujeres de nombre Zabdiel, estaba hablándole.

Mi mamá me enseñó a que no debo hablar con personas que no conozco.

Zabdiel había soltado una carcajada ante la respuesta de la muchacha. A cambio, el entrenador le había correr cinco vueltas más alrededor de la cancha de futbol que el resto de sus compañeros. Christopher se había burlado de él y con todo el dolor de su corazón tuvo que dejar el teléfono en su bolso para ir al entrenamiento.

Jodie se sentó junto a Evelin en lo alto de las gradas para ver el entrenamiento del equipo de americano de la universidad. No es que la gustara, de hecho, u odiaba. Pero Evelin tenía un muy buen poder de convencimiento que a Jodie le era imposible negarle algo. La pelirroja soltó un suspiro de enamorada sin apartar sus ojos verdes del montón de chicos que corrían alrededor de la cancha. Con el tiempo, Jodie había aprendido a evadir y dejar de escuchar los comentarios sobre los traseros de los chicos que su mejor amiga solía hacer.

ONE SHOTS|CNCODonde viven las historias. Descúbrelo ahora