—¿Estás nerviosa?—preguntó Christopher tomando de la mano a la chica. Danna lo contempló un segundo en completo silencio y luego negó un poco.—¡Te están sudando las manos!—le informó con gracia y Danna rio en voz baja.
—Bien, probablemente esté un poco nerviosa—respondió y él detuvo su andar para mirarla a los ojos y depositar un beso en su frente.
—No tienes por qué estarlo, yo estoy aquí—anunció él ofreciéndole una enorme sonrisa que hizo que el corazón de la muchacha se estremeciera de inmediato. Avanzaron tomados de las manos hasta el consultorio de la ginecóloga de Danna.
—¿Crees que esta vez si no deje verlo o verla?—preguntó en voz baja y Christopher le ofreció una pequeña sonrisa que hizo que el corazón de la chica se acelerara de inmediato. Y todo su cuerpo en realidad.
¿Alguna vez ella iba a ser capaz de mirarlo sin sentir que hasta la última fibra de su cuerpo se alteraba? Odiaba sentir aquello, sentirse tan vulnerable. Pero también amaba esa sensación, era algo que solamente Christopher Vélez podía lograr en ella. Sentía la necesidad de tomar aire fresco para tratar de calmarse un poco porque el hecho de que sintiera aquello también la hacía sofocarse. Encima su bebé no dejaba de patearla un solo segundo y Leyre que lloraba cada dos minutos no le ayudaba en nada.
—Yo creo que si—susurró él llevando su mano hasta sus labios. Danna le sonrió un poco—¿Sigue pateando?—preguntó un momento después cuándo la chica hizo una mueca de dolor.
—No ha parado de hacerlo—replicó ella.—Creo que será un futbolista, bailarina o yo que sé—Christopher rio totalmente divertido y se acercó hasta ella para besar su frente cariñosamente. Luego se inclinó y colocó su mano en el abultado vientre de Danna. El bebé de inmediato pateó la zona donde su mano descansaba como sí sintiera a Christopher. Danna suspiró y Christopher la miró un momento regalándole otra de esas sonrisas que la volvían loca.
—Mi amor, soy papi. ¿Podrías hacerme el favor de dejar de patear a tu mami? La estás matando de dolor, mi cielo—susurró en dirección al estómago de su esposa. Danna rio divertida y el bebé volvió a patearla a modo de respuesta.
—Creo que está diciendo que no.—murmuró ella y Christopher le sonrió ampliamente de nueva cuenta.
—Vélez—la voz de la secretaria penetró los oídos del par de muchachos. Danna la observó un segundo y poniendo los ojos en blanco tiró de la mano de Christopher. Ella estaba sonriéndole descaradamente al muchacho. Otra vez. Igual que hacía siempre que asistían a las ecografías. Christopher rio divertido y siguió a la chica sin mirar si quiera en dirección a la secretaria que se acomodaba uno de los mechones de cabello rojo detrás de la oreja.
—Creo que tienes una especie de magnetismo con las pelirrojas—se burló la chica y Christopher frunció el ceño automáticamente.
—La parte buena es que me encantan las castañas. En especial dos, una se llama Danna y la otra Leyre.—respondió él sonriéndole un poco—Y déjame decirte algo...las dos son mías—Danna rio y negó un poco al tiempo que llegaban a la puerta del consultorio de la ginecóloga.
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ONE SHOTS|CNCO
FanfictionCNCOwner; aquí encontrarás una colección completa de imaginas/One shots sobre Richard, Zabdiel, Joel, Erick y Christopher. Todos estamos hechos de pequeños fragmentos de libros que hemos leído en algún lado.