Aroma. (Brutasha)

3

—Sí, a nuestro querido científico no le funcionan muy bien los supresores. Tony entro sorprendiendo a todos. Yo sé que su aroma es único y logra descontrolar a cualquier persona pero es algo con lo que debemos aprender a vivir.

Bruce continuo tosiendo ignorando la risa burlona de Thor.

Por alguna extraña razón Natasha se sentía un poco molesta por la actitud infantil del Dios.

Poco tardo el científico en sonrojarse, sus mejillas habían tomado un tono bastante encantador pero en su cuello se podían observar venas verdes brotando.

Thor se acercó al científico al mirar el tono verdoso que estaba tomando se cabello, tomo sus hombros y lo sacudió suavemente.

—¿Estás bien? El rubio busco la mirada de Banner y logro encontrarla, abrió la boca para continuar hablando pero un puño lo hizo callar.

Para sorpresa de todos Thor cayó de golpe estrellando su cara contra el piso.

Natasha soltó una carcajada mientras Loki miraba sorprendido a Bruce.

—¡Ay no!, lo siento mucho Thor, no era mi intención. Bruce ayudo a Thor a ponerse de pie, el Dios limpio las gotas de sangre de su labio sin dejar de apretar la mano de Bruce.

—Wow. Thor miro a Natasha con mala cara, sí, Bruce lo había tirado de un golpe, ¿Qué tan sorprendente era? Lo había tomado por sorpresa, así cualquiera. Bruce, me gustaría quedarme a charlar pero tengo que ir a... Tengo que irme.

Thor tomó la mano de Loki y salió junto a él de la cocina, las mejillas del Dios del trueno tenían un rojo muy peculiar, sus orejas se sentían calientes debido a la vergüenza pero había una forma de solucionar ese mal sabor de boca: Loki.

Tony bebió un vaso de leche en un par de segundos ignorando la mirada curiosa de Natasha.

—¿Por qué tanta prisa? Preguntó Bruce mientras limpiaba la mesa.

—Hoy tendré una cita y debo estar listo antes del atardecer. Aplaudió un par de veces emocionado.

—¿Steve por fin tuvo el valor de pedirte una cita? La pelirroja pregunto sorprendida sin dejar de mirar a Bruce.

Alguien debería decirle a la espía que mirar fijamente a Banner mientras habla con Stark no es algo que se considera normal.

—No. Pero estoy seguro de que lo hará.

—¿Y si no lo hace? Natasha alzó una ceja burlona.

—Si no lo hace ten por seguro que iré a tu habitación y llorare toda la noche en tu hombro. Fingió un puchero exagerado y abrazo a la pelirroja por detrás. Quizá tú seas mi alfa, piénsalo. Chasqueo con la lengua guiñando el ojo y sonriendo ampliamente, Natasha río bajo y rasco el punte de su nariz.

—No sabes cuánto odio el olor a omega. Sacudió su cabeza y bebió de la taza de Bruce.

—Entonces lo mejor es que me vaya. No quiero incomodar más. Bruce le regaló una tímida sonrisa y salió del lugar agitando su mano como despedida.

Genial, la única oportunidad para hablar y termino por arruinarlo.

Natasha golpeaba el saco de boxeo cuando Clint apareció frente a ella.

—¿Combate? Clint se colocó en posición de ataque con una sonrisa en su rostro.

—Combate.

Natasha contesto tranquila acercándose lentamente a su amigo.

La pelea comenzó y poco tardo Clint en caer al piso.

—Quiero contarte algo, solo si prometes no reírte. Clint miro a Natasha esperando una respuesta.

—Me gustaría prometerlo pero no sé que tan idiota sea el tema.

—Bueno. Agarro el pie de su compañera intentando detener su letal golpe. No puedo hablar idioteces y salvar mi vida.

Natasha sonrió y se detuvo.

—Entonces hablemos. Le ofreció una botella de agua mientras limpiaba el sudor de su cara. ¿En qué problema te metiste ahora, Clint?

—Bueno, creo que lo mejor será decirlo sin tanta vuelta.

Natasha asintió dejando que su amigo continuara.

—¿Recuerdas a Bruce?

—¿Bruce Banner? Natasha frunció el seño confundida.

—Sí, el amigo de Tony.

—Lo conocimos juntos ayer, así que sí, sí lo recuerdo. ¿Qué tiene que ver? Clint carraspeo nervioso.

—Bueno, tengo que contarte algo sobre él.

—Crei que no darías vueltas y lo contarias directo.

—Esta bien, creo que me siento atraído por Bruce y quiero invitarlo a salir. ¿Que opinas?

Natasha abrió los ojos como platos, no podía creer lo que estaba escuchando.

No podía ser posible.