Aroma. (Brutasha)

25

Bruce subió al auto y se sorprendió al ver a un trajeado Clint arriba.

—¡Hey, Bruce! Lo saludo con una gran sonrisa. Tranquilo, solo soy parte del plan. Aclaro al ver el rostro de Bruce.

Se acomodo en el asiento y los nervios comenzaron a hacerse presentes.

Sus manos sudando un poco y su corazón latiendo más fuerte de lo normal.

—Tu aroma me dice que estas nervioso, tranquilo, no intentaré hacerte daño.

—No es eso. Le sonrió. Sólo que, bueno, no creí que esto realmente pasaría.

—Ni yo, en cuanto me llamo Nat creí que estaba bromeando. Rió. No sé qué le diste Bruce, pero debe ser algo bastante especial.

El omega solo asintió y permanecieron en silencio el resto del camino.

Llegaron a una especie de salón en el que ya los esperaba Andrew. Bruce se sorprendió al verlo ahí, ¿Cómo diablos llegó antes si él se había quedado en el hotel?

Clint le ayudó a bajar del auto y camino junto a él hasta la entrada.

—Vamos, tu futura esposa está al borde del colapso.

Bruce sonrió y asintió siguiéndolos.

El salón principal era más que elegante, un piso completamente negro y paredes de un blanco perfecto, lámparas enormes colgando por todos lados y unas siglas en gigantes letras doradas.

Todos con trajes o en su defecto faldas perfectamente lisas.

Subieron al ascensor y para ese punto Bruce era más nervios que persona, y todos lo notaron. Llegaron hasta el quinto piso en el que prácticamente sólo estaban ellos. Un juez los recibió con una gran sonrisa. Hizo una seña para que lo siguieran y así lo hicieron.

Sus pasos sonando por todo el lugar debido al silencio.

—¿Estas listo? Pregunto Clint antes de abrir las puertas de la sala.

—Lo estoy. Sonrió y gustoso tomo el brazo del alfa, el juez fue el primero en entrar, seguido por Andrew quien iba acompañado de una omega.

Suspiro y cerró los ojos antes de dar el primer paso.

Se dejó guiar por Clint y abrió los ojos una vez escucho la puerta cerrar.

Su mirada se encontró con Natasha, quien llevaba un vestido negro de encaje, una cinta de terciopelo color rojo adornando su cintura y resaltando aún más su figura. Sus brazos al descubierto y una parte de su espalda, sus largas piernas resaltando aún más con unos tacones altos del mismo color del vestido.

El aire se esfumó por completo, no encontró palabras para describir lo bien que se veía.

Natasha se giro y una sonrisa apareció en su cara junto a un brillo en sus ojos.

Clint soltó el brazo de Bruce permitiendo que este caminara hasta la espía.

Natasha lo tomó de las manos e hizo que girara para verlo un poco mejor.

Ambos parecían haberse quedado sin palabras, y sin aire.

La risa del juez los hizo reaccionar.

—Eres lo más hermoso que han visto mis ojos. Soltó Bruce admirando un poco más el atuendo de la pelirroja.

—El sentimiento es mutuo, Doctor Banner. Clint abrió la boca sorprendido al ver el sonrojo en la cara de su amiga.

Ambos se pararon frente al juez, llenos de emociones, compartiendo rápidas miradas debido a los nervios.