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¿Un día viviendo juntos y ya me quieres matar? Pregunto la pelirroja mientras caminaba tras el científico. ¡Esto es increíble, una barbaridad!

El omega la miro molesto pero prefirió sentarse frente al gran espejo de su habitación.

—¿Matarte? Yo lo que quiero es besarte. Dijo tranquilo y la miro a través del espejo.

—¿Cómo es que puedes cambiar de humor tan rápido? Pregunto llena de confusión. ¡Hace unos minutos me dijiste que mis besos te causaban arcadas! Gritó exasperada.

—¡Deja de gritarme! Se paró bruscamente y pateo la silla, después se quejó por el leve dolor que sintió. ¿Estás enfadada conmigo?

Natasha dejó caer sus manos sobre sus piernas en señal de indignación.

—¡Estoy muy enfadada! Exhaló e intento relajarse al ver el puchero en la cara del omega. Llevamos un día Bruce, un día viviendo juntos y lo único que hemos hecho es discutir.

—Quiza debemos darnos un tiempo. Natasha trago en seco.

—¿Eso quieres? Carraspeo. ¿Quieres que dejemos esto un tiempo?

—No, pero creo que tú lo necesitas. Natasha abrió la boca dispuesta a hablar pero calló.

Suspiro pesadamente y salió de la habitación.

Camino hasta el baño y marcó el número de Tony.

—Necesito que vengan. Hablo la pelirroja en cuanto el millonario contesto.

—Es casi media noche, ¿El dulce científico se descontroló de nuevo? Pregunto adormilado.

—Supongo que te extraña. Hablo bajo al escuchar que Bruce salió de la habitación. Solo vengan, por favor.

—Llegaremos a medio día. Natasha agradeció y colgó.

La pelirroja entro a la biblioteca en donde se encontraba Bruce acomodando aún sus cosas.

—Steve y Tony vendrán de visita. El omega asintió y Natasha se sentó en una de las sillas.

—Lo sé, Tony me mandó un mensaje. Dijo serio.

—¿Quieres venir a dormir? Pregunto buscando la mirada de Bruce. Omega bonito. Soltó suave y el pelinegro se derritió en ese momento.

—¿Tu omega bonito? Pregunto ruborizado y estiró su mano para que Natasha la tomara.

—Mi omega bonito. Natasha lo cargo sin previo aviso ganándose unas risitas por parte del pelinegro.

La pelirroja se recostó a un lado del omega pero este se sentó en la cama y la miro.

—¿Me abrazas? Ella asintió y abrió los brazos para que Bruce se acomodara.

Cubrió al pelinegro con la manta y lo rodeó.

—¿No me vas a dejar, cierto? Pregunto Bruce pegándose a ella.

—No lo creo. Pego su frente a la nuca del pelinegro. Acabamos de comprar una casa juntos y ya estas pensando en eso, ¿Qué te pasa? Apretó el agarre.

—No termino de creerlo. Natasha suspiro cerca de su oído.

—¿Y por eso quieres discutir todo el tiempo? Preguntó sonriendo.

Aroma. (Brutasha)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora