Aroma. (Brutasha)

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IMPORTANTE: Este NO es el último capítulo, intenté publicarlo completo pero Wattpad no me dejó, así que, este queda como el penúltimo capítulo. ¡Nos vemos en el final!

Abrió los ojos despacio al sentir los rayos del sol atravesar la ventana, miro a la pequeña a su lado y sonrió.

Se pego un poco a ella recargando su frente en el estómago de la menor, suspiro profundo y sintió como las manos de Nathalie rodeaban su cuello.

—Hola. Dijo perezosa, con su voz suave.

—Debemos levantarnos ahora, amor. La niña negó y se giró, abrazando la almohada.

Bruce solo rió, estiró un poco y aún bostezando, se puso de pie y miro a través de la ventana.

Un día menos.

Dejó un beso en la cabeza de Nathalie, quién estaba durmiendo nuevamente para después ir a la cocina a preparar el desayuno.

Sirvió un par de porciones de huevos revueltos y regreso a la habitación, los dejo sobre la mesa de centro y regreso por los vasos de jugo.

—Es hora del desayuno. Dijo mientras ayudaba a Nathalie a despertar, la sentó en la cama y le pasó uno de los platos.

Puso los vasos sobre el buro y se sentó frente a ella.

—Quiero lluvia. Soltó la pequeña mientras un puchero se formaba en su rostro.

Bruce le sonrió y acarició su rodilla.

—Pronto. Dijo antes de darle un poco de jugo.

Nick paso por la menor una hora después, Nathalie disfruta de la compañía de Fury, y Bruce en ocasiones necesita tiempo para pensar.

Alguien llamo a la puerta y Bruce se sorprendió al ver a Clint, sonrió inconciente al ver la felicidad que transmitía el alfa.

—Antes de que lo preguntes, todo el equipo esta aquí, bueno, el resto esta en la base. Bruce frunció el ceño extrañado.

—¿Todos? Clint asintió. Tony no me dijo nada.

—Oh, no, no... Titubeó nervioso y rasco su nuca. Misión de última hora, pero nada fuera de lo normal. Venía a ver qué estuvieras bien. ¿Lo estás? Bruce asintió.

—Lo estoy, gracias. Dijo confundido sin entender la actitud de Clint.

—¿Estás solo? Pregunto con insistencia.

—Sí, Nathalie se fue con Nick hace un par de horas. Clint sonrió y palmeó el hombro de Bruce.

—Te veo en la noche, o quizá mañana, depende de cómo salgan las cosas.

—¿Vendrán todos? Pregunto con emoción.

—¡Claro, nadie debe faltar! Te veo luego, Brucie. Le dio un rápido abrazo antes de caminar hasta la motocicleta y arrancar.

Suspiro sin entender, pero bueno, ¿Quién entiende a Clint?

Acomodó el leve desorden de la casa, lavo los platos y recogió la cocina. Sonrió al ver que todo estaba en orden y camino hacia su habitación.

Desconecto las luces del pequeño altar y suspiro mirando la foto de Natasha.

¿Cuantas lágrimas tendrá que derramar para poder sentir un poco de paz?

Se recostó en la cama e intento dormir pero se sentía inquieto, más de lo normal, aunque sabe que sus amigos cuidan bien de su hija, siempre suele sentirse así cada que ella está lejos.