Aroma. (Brutasha)

17

—Vale, vale, hagamos la pijamada. Se sentó junto a él un poco resignado, puso sus manos sobre su regazo intentando ocultar a su despierto amigo.

Tony se dio cuenta de su extraño comportamiento, y recorrió el cuerpo del científico con la mirada.

—¡Oh no, Bruce! Soltó entre risas. Dime por favor que no interrumpí tu sesión de masturbación.

Bruce sintió como su rostro se llenaba de color, sus orejas comenzaron a sentirse calientes debido a la vergüenza.

—¡Tony! Apenas y pudo soltar.

—Ow. Entrelazó sus manos y con una sonrisa miro a su amigo. ¿Estabas explorando tu pequeño doctorado? Se burló.

¿Pequeño doctorado?

¿EN SERIO LE DIJO PEQUEÑO DOCTORADO A SU PENE?

—¡No estaba haciendo nada sexual! Exhaló bruscamente.

—No tienes que avergonzarte, es algo completamente normal. Hablo tranquilo. Me alegra que por fin estés explorando tu sexualidad.

—¡Que no era nada sexual! Hablo alarmado.

—Me gustaría creerte pero tu dulce aroma está apunto de hacerme vomitar. Fingió arcadas.

—Disculpame por tener un aroma que te hace pensar en sexo. Tony comenzó a reír.

—¿Sabes que puedes hablar ese tipo de cosas conmigo, cierto? Bruce lo miro escandalizado.

—Tony... Intento callar a su amigo.

—¿Qué? Me alegra que prefieras hacer el trabajo tú mismo, los alfas son todos unos idiotas. Rodó los ojos. Y de los que viven aquí, ufff, mejor ni hablemos.

—¿Todos los de aquí?

—Sí, todos, incluso Steve pero... Hizo una pausa para mostrar su marca. Digamos que ahora tengo un control. Bruce rió. Nick tenía miedo.

—¿De? Preguntó con el ceño fruncido.

—De que te enamoraras de alguno de nuestros alfas idiotas, incluyendo a Natasha. Bruce soltó una risa nerviosa. Aunque yo lo relaje, sé que ninguno de ellos es tu tipo. Asintió sonriendo y apretó suave la rodilla de Bruce.

—Sigo sin entender por qué Nick tenía miedo. Intento cambiar el tema.

—Las relaciones de estos tipos consisten en un par de semanas y después adiós, adiós. Creo que Nick te ve como un pequeño omega de corazón frágil.

—No lo soy. Cruzó los brazos ofendido.

—¡Claro que lo eres! Y precisamente por eso nunca voy a permitir que salgas con alguno del equipo, alfas o betas, son igual de imbéciles. Pero buenas personas, eso ni dudarlo. Asintió.

—Es bueno saber eso. Rasco su nuca. Aunque, como dices, ninguno de ellos es mi tipo. Apretó los labios en un intento de sonrisa.

—Bueno, no vine a hablar de relaciones que nunca pasarán. Se acomodó en la cama cubriéndose con una manta. Hoy veremos una película romántica así no extrañare tanto a Steve. El científico asintió y se acomodó con movimientos torpes a un lado de su amigo.