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La boca de Natasha se abrió un poco debido a la sorpresa, ¿Acaso el alcohol la estaba haciendo delirar?

Disimuló rascar su sien para evitar la mirada del pelinegro quien se encontraba aún con el brazo en el aire.

La inseguridad de Bruce se apoderó de su mente y con rápidos y torpes movimientos se puso la playera.

—Yo no debí, lo siento. Se disculpó, en su voz se podía apreciar el arrepentimiento, lleno de nervios miro a la pelirroja esperando a que dijera cualquier cosa.

—Claro que no debiste. El tono de su voz fue bajo y levemente ronco.

Bruce sintió su vida caer en ese momento pero intento disimularlo y decidió permanecer en silencio mirando a la nada.

Ella se cruzó de piernas y comenzó a mover uno de sus pies, logró su objetivo cuando este chocó con la rodilla del omega quien estaba ahí sin expresión alguna.

—Yo... Trago saliva. No sé en qué estaba pensando, perdón. Dijo sin mirarla.

—Estabas pensando en que soy una buena opción. Ladeó la cabeza. Pero no lo soy, Bruce. Hablo algo triste.

—No. La miro casi aterrado. Por favor no intentes culparte, yo acabo de proponerte algo demasiado complicado. Sacudido la cabeza. Simplemente no debí, perdón si te hice sentir incómoda, me siento como un imbécil.

Natasha negó y puso una de sus manos sobre la rodilla de Bruce, dando algunos apretones suaves.

—Bruce, me gustaría saber qué es lo que pasa por esa cabeza. Movió la cabeza como si sintiera algún tipo de decepción. ¿De verdad crees que vales tan poco, como para querer vivir esa tremenda experiencia conmigo? Bruce frunció el ceño bastante confundido. Bruce, eres una persona muy, muy valiosa y no es que sepa mucho de esas cosas pero, creo que esa primera vez debes vivirla con alguien que sea importante en tu vida, alguien que pueda aportar algo positivo, alguien que realmente sepa quererte de la forma correcta. Bruce agachó la mirada y entrelazó sus dedos sobre su regazo. No quiero que pienses que no me atraes. Dijo como si pudiera leer los pensamientos del pelinegro. Eres un omega muy lindo. Alzó su mano hasta la barbilla de Bruce y lo obligó a mirarla. Demasiado lindo. Dijo entre suaves risas.

—Gracias. Dio una sonrisa fingida.

La seriedad regreso al rostro de la pelirroja al ver el semblante del omega, sus ojos expresando toda la tristeza que sentía en el momento.

—Bruce, me gustas. Un leve sonrojo apareció en las mejillas del pelinegro junto a una casi imperceptible sonrisa. No pienses que digo esto para hacerte sentir mejor, podría hacer una lista de todo lo que me gusta de ti.

Él rió despacio limpiando las rebeldes lágrimas que intentaban salir.

—No es necesario. Mintió. Supongo que debes ir a descansar.

—Debo descansar pero no debo irme.

Bruce entendió de inmediato.

—¿Dejarás que te abrace durante la noche? Natasha sonrió y miro la hora en su celular.

—Si quieres hacer eso debemos ir a la cama ahora, son casi las 4 de la mañana. Rió y se paró extendiendo una mano hacia Bruce, este la tomó sin quejas y camino detrás de ella hasta la cama.

El omega levantó la sábana y se acomodó esperando a que Natasha hiciera lo mismo.

Las palabras no fueron necesarias, la pelirroja rodeo la cintura de Bruce con una de sus piernas, acariciando despacio el rebelde y rizado cabello del omega.

Bruce escondió su cara en el cuello de la pelirroja, olfateando la zona causando un poco de cosquillas.

El omega de Bruce se sintió tranquilo y protegido por primera vez en mucho tiempo, su cuerpo se relajo y se dejó llevar por el suave respirar de Natasha.

El sueño termino por ganar la batalla y ambos quedaron plácidamente dormidos, para ese momento solo eran respiraciones cálidas y nada más.





El peligro abrió los ojos de golpe, fue el fuerte dolor de cabeza quién lo obligó a despertar.

Recorrió la habitación con la mirada para darse cuenta que no había rastro de Natasha, ¿Acaso todo había sido un sueño?

Quizá sí.

Se levantó de un salto al escuchar que alguien llamaba en su puerta, su corazón se llenó de emoción al pensar que se encontraría con la pelirroja, pero no.

—Se ve que disfrutaste la fiesta. Dijo Steve levantando una ceja sarcástico. Te estamos esperando abajo, Tony quiere decirles algo. Bruce asintió. Te diría que te apresures pero por favor, primero date una ducha. Se burló antes de cerrar la puerta.

El pelinegro estiró un poco antes de meterse bajo el chorro de agua.

Recordatorio amistoso: Bruce, por favor, piensa en tu cabeza antes de volver a beber de esa forma.

Intento hacer su rutina lo mejor que pudo pero las constantes punzadas de su cabeza no se lo permitieron.

Se miro al espejo antes de salir confirmando lo impecable que se veía su traje, camino hasta el cajón en busca de su reloj, movió un poco las cosas y encontró un pedazo mal cortado de papel de libreta, lo tomo y negó con la cabeza para volver a dejarlo en su lugar.

La curiosidad le ganó y casi a regañadientes regreso por el papel.

Lo desdobló rápidamente y comenzó a leer.

"Me gusta la forma en la que lees el periódico cada mañana."

Una sonrisa amplia apareció en su rostro.

—Una lista. Apretó el trozo de papel sobre su pecho, emocionado termino de poner su reloj y celosamente guardo el papel en el bolsillo de su camisa para después salir.

Sí, ese trozo de papel solo significa una cosa: Natasha ha dado inicio a la lista de cosas que le gustan de Bruce.

Aroma. (Brutasha)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora