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Natasha abrió la puerta dispuesta a salir pero él habló de nuevo.

—Mentiste los últimos meses, ¿Por qué no puedes hacerlo una última vez? Preguntó y ella cerró la puerta.

—¿Por qué eres tan inocente? Se giro para mirarlo. En ningún momento tuve un interés real. Carraspeo intentando ocultar el nudo en su garganta.

—¿Qué hice mal? Dime, Natasha, ¿En qué me equivoque? Bruce la miro mientras dejaba que las lágrimas fluyeran.

Natasha tomó aire y de un manotazo tiro la botella haciendo que esta se rompiera interrumpiendo el silencio de toda la casa.

—Me creíste, confíaste en mi, eso hiciste mal. Perdón, pero ya no puedo seguir actuando como una alfa buena. Trago saliva.

—No lo hagas, estoy dispuesto a soportar lo que sea. Se acercó a ella intentando mirarla.

—No creo que puedas soportarlo. Por más que trató de evitar la mirada del pelinegro, termino haciendo contacto visual.

Tuvo que recordar el riesgo que el omega corre para evitar abrazarlo en ese momento.

—Haré lo que me pidas, pero por favor, no me dejes, no puedo estar sin ti. Suplicó. Puedo rogarte, ¿Necesitas que me humille ante ti? Pregunto inquieto.

—Necesito saber que estarás bien. Bruce negó sin dejar de mirarla.

—Entonces no necesitas nada. Apenas y pudo soltar.

—Perdón. Bruce se acercó a ella.

—Prometiste estar conmigo. ¿Por qué tenías que jugar tan rudo? La pelirroja no se separo.

—No soy buena con las promesas, lo siento. Con el dedo índice acaricio rápidamente la mejilla del pelinegro.

Él cerró los ojos disfrutando del contacto.

—Entonces no prometas nada, solo dejemos que esto fluya. Natasha negó y sintió como un par de lágrimas escapaban de sus ojos. Puedo aceptar que la veas de vez en cuando, puedo aceptar lo que sea.

—No te hagas más daño, por favor.

—El daño comenzará en cuanto tú cruces esa puerta. Natasha sobo el puente de su nariz un tanto desesperada. Dime, ¿Qué haré sin ti?

—Lo mismo que hacías antes de mi. Limpio las lágrimas del pelinegro.

—No hay nada antes de ti, mi vida comenzó en cuanto apareciste. Natasha, te amo.

La espía trago en seco y sintió su cuerpo quebrar, sí, el primer te amo por parte del pelinegro.

Lo había esperado por tanto tiempo que nunca pensó que él lo diría en una situación de ese tipo.

Lo que tanto espero, algo que se supone le iba a causar felicidad, algo que iba a celebrar como si fuese el mayor trofeo.

Ahora, ese te amo representa lo peor.

—Si me amas entonces acepta que mi felicidad esta junto a otra persona. Exhaló bruscamente y dio media vuelta para salir.

Escucho el cuerpo del omega chocar contra el piso pero con las pocas fuerzas que le quedaban, cerró la puerta.

Miró como el equipo estaba en el pasillo pero los ignoro. Dejó que las lágrimas salieran, y apretó los puños haciéndose daño.

Steve intento hablar con ella pero solo levantó una mano y continuo su camino.

Aroma. (Brutasha)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora