Hulk se giró bruscamente para quedar frente a ella, Steve y Thor se pusieron en posición de combate esperando el ataque del gigante.
—El sol se está ocultando. Dijo firme y estiró una mano despacio, Hulk parecía estar confundido y la miro con un poco de desconfianza pero extendió una de sus manos hasta ella.
Natasha acarició rápidamente la muñeca de Hulk y este observo tranquilo.
Todos miraron anonadados la forma en la que Hulk acepto las caricias de la pelirroja, aunque la mirada llena de ira seguía presente.
El gigante cayó sobre sus rodillas dañando el piso, el tiempo pareció detenerse para la espía pero se relajo al ver como Bruce regresaba poco a poco.
El omega parecía confundido y le tomo un par de segundos entender lo que había pasado.
Todos miraban perplejos la escena, cosa que hizo molestar a Natasha tomando en cuenta que Bruce se encontraba desnudo.
Tony se acercó con una manta y la pelirroja lo miro molesta.
—¿Qué? Lo he visto más veces desnudo que tú. Dijo despreocupado y se cruzó de brazos.
Bruce se ruborizó ante el comentario de su amigo y con ayuda de Natasha se puso de pie. El color desapareció de su cara al ver a Nick tirado en una esquina del lugar.
¿Alguien por favor, puede ayudar a Nick?
Natasha negó con la cabeza al ver que el científico hizo el intento por acercarse al lastimado hombre.
—Bien merecido se lo tiene. Mencionó Stark rodando los ojos y caminando hacia Nick.
La pelirroja busco con la mirada a Betty pero la beta ya no se encontraba en el lugar, en medio del caos huyó y nadie lo noto. O nadie lo quiso notar.
Huye, no importa, ahora tienes una deuda pendiente con Romanoff y eso no se olvida.
Natasha recostó a Bruce en la cama y miro lo exhausto que se encontraba.
—Es duro, ¿No? Pregunto la pelirroja.
—No tenía que salir, se supone que todo estaba bajo control. Natasha noto la angustia en el omega. Y todo lo que dijo Betty... La pelirroja lo interrumpió.
—Lo que ella dijo no me importa, Betty cree conocerte pero no es así. Se acomodó a un lado del omega. Lo que haya pasado en tus relaciones pasadas, no tiene que afectar la nuestra. Bruce negó y se removió incómodo.
—La caja que mencionó. Una vez más Natasha lo interrumpió.
—Si tú no estás listo para contarme es algo que acepto, no tienes que decirme todo sobre tu vida. Tiempo al tiempo, cariño. Bruce suspiro aliviado y sonrió.
—Sobre Nick. La miro y ella negó.
—Es un imbécil pero creo que entendió la lección. Rió y se giró para abrazar al omega, hundió su cara en el cuello del científico y comenzó a trazar un camino de besos.
—No tienes que renunciar, se que tu trabajo es tu vida entera y yo no puedo arruinar eso. Hablo mientras la alfa se perdía en su cuello.
—No. Mi trabajo ya no es lo más importante para mí. Metió las manos por debajo de la pijama de Bruce y acarició un poco su vientre. Ahora tú eres lo más importante en mi vida. Bruce sonrió y soltó algunas risitas al sentir las frías manos de Natasha en su vientre.
PRECAUCIÓN: Contenido explícito.
—No te quiero compartir con nadie. La pelirroja alzó la cabeza para mirarlo y Bruce sonrió al ver su ceño fruncido.
—¿Ni con un bebé? Pregunto extrañada y el omega noto algo raro en su rostro.
—Aun no estoy seguro. Natasha soltó un quejido y continuo en lo suyo. Bruce sintió el aroma de su alfa y algo dudoso tomo su barbilla para que lo mirara. ¿Estás bien? Pregunto con una sonrisa y ella solo asintió.
Bruce decidió confiar en ella pero algo dentro de él sabía que algo raro estaba ocurriendo en la alfa.
El omega pudo notar el cambio de temperatura corporal de Natasha y la leve capa de sudor que se estaba formando en su rostro.
—Natasha, ¿Estás entrando en celo? Se gano un gruñido molesto y prefirió callar.
Sintió como las manos de la alfa invadían su pantalón, alzó la cadera para que ella pudiera bajarlo sin problema.
Natasha se puso de pie y bruscamente lo jalo hasta una orilla de la cama, quitó la playera del omega lastimandolo un poco pero él no se quejo.
Se hincó frente a él y lo obligó a ponerse boca abajo, Bruce sintió un poco de vergüenza al sentir como la mirada de la pelirroja lo recorría por completo.
Hundió su cara en el trasero del omega, mordiendo un poco la zona y sacándole algunos jadeos al pelinegro.
Bruce gimió sorprendido al sentir como la lengua de la alfa jugaba cerca de su entrada, los movimientos comenzaron suaves pero poco a poco la espía perdió la paciencia y estos se hicieron rudos pero placenteros. Tuvo que aferrarse a la sábana para evitar moverse, aunque su cadera se levantaba un poco pidiendo más.
Dos dedos fue lo que sintió dentro en cuanto la boca de la espía se separó de su entrada, gimió suave y apretó la cara contra el colchón, quizá el aroma de la pelirroja estaba alterando aún más sus sentidos.
Un ardor se apoderó de su trasero al sentir un azote nada cuidadoso, pudo escuchar el choque de la mano de su esposa cosa que lo alarmó un poco.
Sin previo aviso la pelirroja entro en él de un movimiento tosco, un escalofrío recorrió el cuerpo de Bruce al sentirla.
El aire se hizo pesado para el omega, esta vez dolía más de lo esperado pero a Natasha no parecía importarle.
Sus movimientos en ningún momento fueron suaves, comenzó con ritmo y parecía no calamarse, al contrario, con cada embestida su agarre se hacía más fuerte, el omega puede apostar que la piel de su cintura está más que marcada.
Bruce pudo escuchar algunos murmullos afuera de la habitación pero no les tomo importancia, su atención estaba puesta en la sensación que se estaba formando en su vientre.
Cuidadosamente el omega tomo si miembro y comenzó a masajearlo al ritmo de las embestidas de Natasha, el aire le faltó un par de veces debido al placer que esa combinación estaba causando.
Natasha salió de él pero solo para ponerlo de pie, Bruce tuvo que recargar su peso en la mesita de centro ya que la pelirroja no le dio tiempo para encontrar una posición más cómoda.
La pelirroja se pegó más él y desesperada busco la marca y comenzó a mordisquear un poco la zona, provocando que esta se abriera un poco, ella comenzó a lamer respirando y bufando en el oído del científico, cosa que extrañamente le gustó.
La alfa estímulo el punto del omega haciendo que este llegara al orgasmo manchando con sus fluidos la mesa, el cuerpo de Bruce estaba más que sensible y sus piernas comenzaron a temblar un poco, la pelirroja tuvo que sujetarlo bien de la cadera para evitar que este cayera. Bruce espero a que su mujer alcanzara el orgasmo pero ella parecía no tener fin. Intento calmar su respiración pero la constante estimulación que estaba recibiendo no se lo permitió. Bruce estaba llegando a otros niveles de placer, un nivel que no sabía que existía.
Natasha gruño y el pelinegro sintió como un líquido caliente salía de su entrada, quizá se sintió un poco mal al disfrutar la sensación.
Natasha recargo su frente en la nuca del pelinegro y antes de salir de él hablo.
—Hoy te voy a hacer un bebé. Bruce abrió los ojos como platos al escucharla, no reconoció la voz de la pelirroja, esta vez sonaba bastante rasposa y profunda, pero un verdadero pánico se apoderó de él al sentir como poco a poco la pelirroja comenzaba a moverse de nuevo.

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Aroma. (Brutasha)
FanfictionDe tantos aromas sólo uno debe cautivarte, ese será tu verdadero amor.