Aroma. (Brutasha)

44

Bruce tuvo que recargarse en Tony para no caer, respiro un par de veces profundamente intentando mantenerse en pie.

—Natasha, se que Betty no es una persona de tu agrado pero, esa acusación sobrepasa todos los límites. Hablo Bruce sin mirarla.

—¿Eso crees que hago? Preguntó Natasha un poco ofendida. Si piensas que soy capas de mentir con algo así, entonces tú no me conoces.

—Lo se, y eso es lo que más me duele. Carraspeo. Hablemos. Soltó tranquilo y le dio una media sonrisa a Tony al ver su expresión llena de preocupación.

Natasha se congelo por un momento, Bucky le dio un codazo para hacerla reaccionar.

Bruce camino hasta su habitación mirando de reojo que la espía lo siguiera.

Nadie más se movió, los hombres de la pelirroja seguían en posición de combate y el equipo estaba listo para combatir.

Bruce se sentó en la cama mientras Natasha miraba la habitación, todo seguía igual. En el clóset aún había ropa suya colgada y quizá eso le dolió un poco. Él conservaba sus cosas apesar de todo.

La pelirroja se acercó a la mesita de centro y miro las fotografías de los ultrasonidos. Decir que son muchas es quedarse corto.

—Tony tiene más en su habitación, y Visión junto a Wanda han enmarcado algunas. Comentó el pelinegro al ver que Natasha seguía mirandolas. 

—Cinco meses, vaya. Sonrió moviendo las fotos para ver un poco mejor.

—Se mueve muy poco, he tenido que ir a revisión cada tercer día para comprobar que todo este en orden. Se encogió de hombros. Debería moverse mucho más. Sonrió triste y acarició su vientre.

La pelirroja sintió su corazón encoger y se recargo en la pared mirando a Bruce.

—Me perdí de mucho. Bruce asintió.

—Supongo que quieres dar tus razones. La miro y ella asintió.

—Si no me vas a creer, no sirve de... Él la interrumpió.

—Deja el drama. Negó con la cabeza. Sabes que a ti te creo hasta las mentiras. Sonrió y agachó la cabeza.

—Cuando te deje. Se detuvo un momento. Bueno, no me fui con nadie.

—Bien. Supongo que te creo. Continúa.

—Nick me dijo que un antiguo enemigo mío estaba interesado en ti. Bruce frunció el ceño. Ocupar a Hulk como arma, una estupidez. Me mostró muchísimas cosas, incluso el acta de matrimonio y fotos tuyas en casa, armó todo un circo. Trago saliva. Nunca firmaste el acta de divorcio.

—Tú tampoco lo hiciste. Sonrió de lado. Lo intenté pero no pude.

—Sigues ocupando el anillo. Dijo un tanto feliz mirando como el omega jugaba con el anillo de matrimonio.

—Tú ya no lo ocupas. Natasha bufo tranquila.

—Claro que lo hago. Dijo mostrando la delgada cadena en su cuello, Bruce sonrió amplio al ver el anillo colgando.

—¿Triste, no? Natasha frunció el ceño. De nada sirve, ocupar los anillos, estar casados frente a la ley. Aún con todo eso, esto llego a su fin. Apretó los labios y entrelazó sus manos sobre su regazo.