—No quiero ser grosero pero Clint es un tema del que no quiero hablar. Bebió un largo trago de café.
—¿Tienen algún secreto juntos? Stark sonrió pícaro.
—¡No! En la cara de Bruce se reflejó el pánico que sentía. Supongo que Clint es una buena persona pero su insistencia me tiene estresado. Exhaló bruscamente y se puso de pie tomando el periódico y la taza de café. Tengo que irme pero fue una buena charla. Camino rápido a la salida antes de que Stark comenzará a hablar.
—Creo que debería hablar con Clint.
—No creo que sea buena idea, sabes cómo es y podría terminar confundiendo las cosas. Tony fingió preocupación pero por dentro moría porque Natasha lo hiciera.
—Da igual, no puede estar molestando a Banner, no cuando pone en riesgo a todo el equipo. La pelirroja se encogió de hombros.
—Primero deberías hablarlo con Bruce, quizá no le parezca buena idea. Tony miro serio a Natasha. Y tómalo como un consejo, Bruce es muy predecible y a veces es mejor consultar esas cosas.
Natasha asintió y dio un par de palmadas en la espalda de Tony.
—Supongo que tienes razón, pero si esto es una de tus trampas para crear chismes te juro Stark que te vuelo la cabeza.
Natasha salió riendo de la cocina, hacerle caso a Tony no siempre era el mejor plan pero solo él conocía lo suficiente a Bruce.
Camino por la torre pasando por el cuarto de Clint, pensó en hablar con él sin consultarlo con Banner pero lo último que quería era problemas con alguien que puede convertirse en una bestia verde.
Su corazón comenzó a latir con más fuerza, podía sentir las palmas de sus manos un poco húmedas.
¿Pero qué mierda?
Inconscientemente su andar se volvió lento, miro la puerta de la habitación de Bruce mientras su respiración se agitaba un poco.
Bueno, algo inusual estaba pasando, pensó que el desayuno le había caído mal pero descartó la idea en cuanto recordó que no había desayunado nada.
Llegó a la puerta y dio un par de toques suaves sin obtener respuesta.
Para su sorpresa la puerta no tenía el seguro así que la abrió despacio dejando ver la ordenada habitación del omega.
En un par de pasos ya estaba dentro, cerro la puerta y busco con la mirada.
La habitación era más grande de lo que esperaba, la sorpresa se reflejaba en su cara.
La taza y el periódico estaban sobre la mesa de centro así que supuso que estaba en alguna parte de la habitación.
Recorrió las adornadas paredes con la mirada, viendo un par de fotos del científico junto a diferentes personas, todas con batas blancas. Científicos, científicos y más científicos.
Algunos de los cuadros eran recortes de periódicos, todos sobre Hulk.
El aroma del omega estaba por toda la habitación.
Respiró hondo un par de veces conteniendo la respiración lo más que pudo.
Cerro los ojos disfrutando el momento, café dulce.
Como el café que tomas las mañanas de cada invierno.
Como el café que tomas una mañana soleada junto a tu familia.
Como el café que te reconforta esos días que crees no ver la salida.
Como el café que compartes con la persona que amas.
Como ese café que te recuerda momentos buenos de tu vida.
En pocas palabras, un café perfecto.
Por primera vez detuvo sus pensamientos y se centró en sus sentidos, realmente lo estaba disfrutando.
Eso de que Banner tomara medicación para ocultar su aroma debería considerarse delito.
Un carraspeo nervioso hizo que Natasha abriera los ojos de golpe.
—Te estaba buscando. Natasha sonrió nerviosa al ver la cara de confusión de Bruce.
—Bueno, creo que ya me di cuenta. Bruce le devolvió la sonrisa e hizo un gesto invitándola a sentarse. Me gustaría invitarte algo pero no suelo recibir visitas.
—No, tranquilo. Solo vengo a preguntarte unas cosas. Natasha se acomodó en la cama, no pudo evitar imaginar a Bruce durmiendo ahí, desnudo.
—Bueno, pues aquí estamos.
Por primera vez Natasha escuchó y vio a Bruce tranquilo, eso la hizo sonreír mientras una sensación de tranquilidad se formaba en el ambiente.
—Primero, no quiero que pienses que soy una entrometida. Alzó ambas manos como esperando alguna respuesta negativa de Bruce.
—¿Por qué debería pensarlo? La sonrisa de Bruce desconcentro un poco a la pelirroja.
—Bueno, respecto a lo de Clint.
Bruce abrió los ojos como platos y de inmediato la sonrisa se borro.
—Si Clint te ha mandado por favor terminemos esto, no importa quién hable conmigo yo no voy a salir con él.
Natasha negó con la cabeza y con las manos, su nerviosismo se notó, lo último que quería era ser un problema más para Bruce.
—¡No, Bruce! Intento tranquilizarse. Todo lo contrario, yo estoy dispuesta a hablar con Clint para que te deje en paz, claro, si no te molesta.
Bruce suspiro relajado dejándose caer de espaldas en la cama.
—No quiero que te metas en problemas con él por mi culpa, al final yo no soy parte del equipo. Miro a Natasha sonriendo. Pero agradezco mucho tu preocupación.
—No tienes nada que agradecer, para mí ya eres parte del equipo.
—Supongo que debo agradecerte por eso.
—Creeme que cuando te des cuenta en lo que te metiste, lo último que harás será agradecerme por esto.
El científico río girando un poco en la cama acercándose más a Natasha, ella lo miró y soltó un par de risas por lo bajo, la sonrisa en su cara era amplia y bastante sincera.
Bruce se sorprendió disfrutando el momento, algo raro en él, por primera vez en mucho tiempo se sentía completamente tranquilo y seguro.
La mirada de la pelirroja tenía un brillo especial, algo que pocas veces se veía, algo que solo sucedía cada que un Dios moría, según Tony.
El silencio se hizo presente, pero no era el típico silencio al que Banner estaba acostumbrado.
Ese silencio que le recordaba lo solo que estaba, un silencio incomodo y matador.
Era la primera vez de ambos.
La primera vez que estaban en silencio, disfrutando el momento, sin incomodidad, sin miedo.
Y todo eso estaba pasando en su primera vez juntos, solos.
Su primera conversación, aunque pasaban tiempo juntos en la cocina cada mañana, era la primera vez que se permitían hablar tranquilamente, y para su sorpresa, había salido mejor de lo que ambos esperaban.
Y como en los cuentos fantasiosos que alguna vez leyó Natasha, eso quedaría solo para ellos, como un dulce e inocente secreto.
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Aroma. (Brutasha)
Fiksi PenggemarDe tantos aromas sólo uno debe cautivarte, ese será tu verdadero amor.