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Natasha miro por un momento las fotografías y después miro a Clint.

El alfa sonrió esperando una respuesta positiva pero solo recibió una mirada llena de odio.

—Un mes y 20 días según el calvo que nos atendió. Afirmó sonriendo y ella frunció el ceño molesta.

—¿Qué carajos es esto, Clint? Preguntó por lo bajo.

—Las fotos del primer ultrasonido de Bruce. Aclaro al ver la expresión de la pelirroja.

—¿Un mes y 20 días? Clint asintió. Así que ustedes estaban juntos desde antes. El alfa frunció el ceño y la miro bastante confundido.

—¿Nosotros juntos? Natasha dejó las fotos sobre la cama.

—Tanto descaro, no lo puedo creer.

—Natasha, no entiendo nada. Es el ultrasonido de tu hijo. Ella rió y miro a Clint.

—¿Crees que soy imbécil? Preguntó sarcástica y el alfa negó.

—Con la actitud que estás tomando, ahora creo que lo eres. Se encogió de hombros. Si no te alegra la noticia, entonces no tengo nada que hacer aquí. Se puso de pie y ella hizo lo mismo.

—Mientras firmabas como nuestro testigo, ¿Estabas pensando en lo bien que se siente follar a Bruce? Su tono fue burlón y él la miró serio.

—¿Qué mierda estás diciendo? Soltó ofendido. Cuida tus palabras, después te puedes arrepentir.

—No me voy a arrepentir de nada. ¿Tan poco quieres a Banner que no eres capas de reconocer tu amorío con él? Se acercó a Clint con una sonrisa.

—Hace unos minutos me dijiste que si quería algo con él no tendrías problema. Natasha rió.

—Si, pero me refería a algo después de lo nuestro, no mientras yo estaba con él. Empujó suavemente a Clint.

—No tengo nada con él, nunca lo tuve. Natasha agarro las fotografías y se las puso a la altura de sus ojos.

—¿Y esto qué? Dijo mientras agitaba las manos. ¿Sucedió por arte de magia? Clint negó.

—¿Tus matemáticas fallan? Puedes hacer cuentas, es tu hijo, si no quieres aceptarlo es muy tu problema. El alfa intento caminar a la puerta pero ella lo agarro.

Lo tomo de la camisa y lo lanzó contra la pared, el cuerpo del alfa choco bruscamente y este gruño.

Natasha se acercó a él y lo obligó a quedarse pegado contra la fría y vieja pared.

—Yo no voy a aceptar un hijo que no es mío. Clint pudo sentir la respiración de la espía en la cara. Hace unos días me enteré que soy estéril. Ahora, deja de ser tan cínico y lárgate de aquí.

El alfa la miro molesto y la aventó con fuerza haciendo que esta tropezara y cayera, en un ágil movimiento se puso de pie y lanzó un golpe a la cara de Clint.

Lo tomo por sorpresa y a este le tomo un par de segundos reaccionar. Se abalanzó contra ella y de un golpe le saco el aire pero no fue suficiente.

Natasha respiro hondo y de una patada tiro a su amigo.

Clint se paró lleno de rabia y tomo las fotografías, escupió la sangre a los pies de Natasha y la empujó para después caminar a la puerta molesto.

—Espero que Bruce consiga buen sexo a tu lado. Clint regreso y se acercó a ella.

—No mereces a Bruce, él esta esperándote a pesar de toda la mierda que le dijiste, y tú lo único que piensas es que otra persona se lo esta follando. Escupió de nuevo y apretó la quijada intentando controlar su ira. Eres una mierda, Romanoff. No mereces nada de lo que él te puede dar. Quédate con que no es tu hijo, al final, le harás un puto favor.

Lo miro en silencio y lo vio salir.

La pelirroja azotó la puerta en cuanto el alfa se perdió en las escaleras del lugar.

Tuvo que apretar con fuerza su pecho al sentir la punzada de dolor y ardor.

Maldijo la marca, maldijo cada momento que la llevó a amar al pelinegro.

¿Cómo pudo hacerle algo así?

Acostarse con Clint mientras ella le escribía notas ridículas.

Maldito sea el momento en el que lo conoció.

Miro por la ventana y se preocupo un poco al ver la velocidad en la que Clint arrancó.

Un hijo. Un hijo pero no con ella.

Quizá puede aceptarlo, quizá el amor que siente por él es tan grande que puede soportarlo.

O quizá no.

Bruce escondió el sobre debajo del colchón, se miro en el espejo y sonrió al ver su pequeña pancita abultada.

—Donde te encuentras, ese lugar, siempre fue el favorito de Nat. Dijo suave mientras acariciaba despacio su abdomen. Ahora es mi lugar favorito. Dijo con una gran sonrisa.

Bajo rápidamente su camisa al escuchar como la puerta se abría.

Clint entro y Bruce lo miro con el ceño fruncido al notar su molestia.

—Quiero hablar contigo, pero necesito que te mantengas en calma. Bruce asintió y él alfa se sentó en el sofá, le hizo una seña al pelinegro para que se sentara junto a él y así lo hizo. Puedes odiarme después de esto, porque fui un idiota entrometido, pero, no puedes vivir con un pensamiento equivocado.

—Clint, nunca entiendo lo que dices. Dijo sonriendo.

—Escucha y cállate un momento. La seriedad del alfa inquieto a Bruce pero se quedó en silencio. Desde que Natasha se fue, cada día he tenido comunicación con ella. Bruce abrió la boca debido a la sorpresa, sintió su presión bajar y recargo su cuerpo en el sofá. Hoy fui a verla.

—No quiero saber nada... El alfa lo interrumpió.

—Fui a verla y como un puto imbécil, le lleve un par de fotos del ultrasonido. Bruce negó e intento hablar pero Clint levantó una mano haciéndolo callar. Hablé con ella y bueno, ella esta más que confundida.

—Tú no debiste, tú no tenías el derecho. Clint agachó la cabeza. ¡Te lo confíe y te burlaste de eso!

—Bruce... El omega suspiro. Ella cree que es estéril.

Bruce detuvo todos sus movimientos en seco, Clint pudo notar como su respiración se detuvo.

El omega palideció y sus ojos se llenaron de lágrimas.

—¿Con eso que quieres decir? Clint no fue capas de mirarlo, tartamudeo un poco antes de respirar profundamente en un intento de tomar valor.

—Ella piensa que no es su hijo, cree que tú la engañaste... Conmigo.

Aroma. (Brutasha)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora