Tony entró a la habitación de Bruce, cerró la puerta intentado llamar la atención de su amigo, quien se encontraba perdido en unos apuntes.
—¿Cómo te sientes? Bruce se encogió de hombros y acaricio su vientre. El doctor dijo que si los leves sangrados continúan, debes quedarte en el hospital algunas noches.
—Necesito saber que esta pasando con Natasha. Dijo en un tono cortante.
—¿Qué quieres saber? El tono suave de Tony desapareció. Esta en la cárcel, no saldrá en un buen rato y ninguno de nosotros puede verla. Mintió.
—Deja de mentir, todos aquí la han visto, menos yo. Dijo mientras dejaba las hojas sobre el escritorio. Estoy harto de vivir con tantas mentiras, no tengo 5 años.
—No, no tienes 5 años pero si tienes un embarazo de alto riesgo y al parecer no te importa. Tony se arrepintió un poco por sus palabras. No vengo a discutir, solo quiero asegurarme de que estés bien.
—¿Crees que no me importa? Se puso de pie. ¿Acaso sabes lo que es vivir sin tu alfa? Pregunto prepotente. ¡Claro que no lo sabes, nadie de ustedes sabe lo que estoy pasando!
—No, no sabemos lo que sientes. Pero tú tampoco sabes lo mierda que nos sentimos todos al no poder ayudarte. Dijo tranquilo. Intentamos dar lo mejor y se que no es suficiente, pero si quieres tirarte a la desgracia, adelante.
—Solo quiero que me hablen con la verdad, Nick dice una cosa y a los minutos llega Steve y contradice todo. Se sentó en la cama y pasó sus manos por su cabello. Tony se sintió mal al escucharlo, entendió un poco la actitud desagradable de su amigo y suspiro.
—Mañana yo te llevare a verla. Bruce levanto la mirada. Ella no quiere que la veas en esa situación.
—Pero lo necesito. La voz del científico se quebró.
—Debo decirle a Steve. Bufo. Seguro se pone como loco pero es tu decisión. Se encogió de hombros y cerró los ojos suspirando pesadamente.
—Gracias. Dijo y Tony abrió la puerta.
—No, por favor no me agradezcas. Contestó sin mirarlo y salió.
El pelinegro se acostó en el piso y descubrió su vientre, acaricio este con calma esperando a que el bebé se moviera.
—Debes moverte o terminaremos en el hospital. Dijo suavemente y golpeó con las yemas de los dedos su vientre, sonrió amplio al sentir un leve movimiento.
Dejó que el frío del piso tocara su espalda haciendo que los movimientos se hicieran un poco más notorios.
Se quedó tumbado un par de minutos hasta que los dolores de espalda aparecieron. Miró su figura en el espejo y frunció el ceño al ver los pequeños gorditos que sobresalían de su cintura. Negó con la cabeza y camino hasta la cama tratando de evitar los pensamientos negativos sobre su cuerpo.
Y es que dejar de escuchar los constantes halagos de Natasha estaba siendo un problema. La extraña, extraña todo de ella.
Extraña verla acostada en la cama haciendo nada.
Extraña sentir su respiración en el oído cada mañana.
Extraña hablar con ella sobre sus experimentos de laboratorio. Extraña ver su cara de confusión al no entender sus raras palabras.
Extraña sus manos sobre su cintura cada vez que se sentía en peligro.
Extraña la forma en la que lo miraba cada vez que él se molestaba.
Extraña enojarse con ella, extraña esos besos después de cada discusión sin sentido.
Extraña sus brazos.
Extraña el calor de su cuerpo.
La extraña a ella, por completo. Quizá un poco más de lo que alguna vez extraño a su mamá. Y quizá esa sensación lo hace sentir culpable.
Bruce subió a la camioneta y pudo notar la incomodidad en el ambiente. Steve ni siquiera lo miró y Tony solo le sonrió sin ganas antes de clavar la mirada en su teléfono.
Visión se sentó a un lado del pelinegro y se encogió de hombros al ver su mirada curiosa.
El camino fue más largo de lo que Bruce pudo imaginar, sintió un par de veces como su estómago se revolvía pero fue algo que no le preocupo, al final no había nada que pudiera vómitar.
Clint se mantuvo en completo silencio mirando atraves de la ventanilla, incluso Wanda trató de ignorarlo durante todo el trayecto.
Aparcaron y Steve fue el primero en bajar, ignorando a Tony y al resto, camino hasta la entrada del lugar y entró como si ellos no existieran. Tony suspiro dramáticamente antes de ponerse los lentes de sol y bajar.
Visión y Wanda ayudaron a Bruce a bajar, el pelinegro se sintió culpable al ver que Steve ignoraba a Stark. Claramente había causado una pelea entre la pareja, pero siendo sinceros, no se arrepintió.
Pasaron por todos los chequeos y registros del lugar, Bruce se sintió un poco intimidado y terminó escondido detrás de Visión. Caminaron hasta la sala de espera en donde perdieron de vista Steve.
A los pocos minutos el capitán apareció con un gafete y se lo ofreció a Bruce, el omega lo tomó sin entender de lo que se trataba.
—Es para que no la veas en la sala comunitaria, te permitirán entrar a la celda. Dijo fríamente y se sentó en una de las bancas. ¿Qué esperas? Ve ahora, el tiempo es oro.
Bruce asintió y miro rápidamente a Tony, él sólo le sonrió y asintió de vuelta.
Un alfa guió al pelinegro por los largos pasillos, un pánico se apoderó de su cuerpo al pasar por las celdas en donde los alfas le gritaban cosas subidas de tono mientras otros se burlaban al oler su miedo.
Llegaron hasta el final del pasillo en donde las celdas estaban aisladas de todo, una gran puerta de hierro con una rendija para pasarles la comida, justo como en las películas.
El alfa abrió la puerta y lo empujó bruscamente para después cerrar esta.
Natasha se puso de pie de un brinco y lo miró con el ceño fruncido.
Bruce se quedó paralizado al verla, su cabello ahora de un color negro, sus ojeras marcadas y un gran golpe en la mejilla.
El omega se abalzo a ella, abrazándola y tratando de esconder su cara en el cuello de su alfa. Ella lo rodeo y respiro el dulce aroma del pelinegro, hundiendo su cara en los alborotados rizos de Bruce, haciéndolo sentir como en casa.
—No, no llores. Hablo separándose un poco de él, mirandolo de una forma tranquila y sonriendo. No me gusta que llores, te ves lindo pero no se siente bien. Dijo poniendo una mano sobre su pecho.
Bruce bajo la mirada a su vientre e inocentemente sonrió. Sintió un par de patadas, cosa que lo tomó por sorpresa.
—¡Se está moviendo! Dijo emocionado haciendo que ella sonriera.
—Debe estar molesto, no debiste traerlo a este sitio. Bruce negó sin dejar de sonreír. ¿Puedo tocar? Pregunto casi con miedo, el omega tomo su mano y con cuidado la acerco a su vientre.
Metió la mano de la espía por debajo de su camisa y apretó un poco, Natasha abrió los ojos como platos al sentir los movimientos del bebé, de su bebé.
—Se mueve por ti. Dijo Bruce en un hilo de voz al ver que algunas lágrimas aparecían en los ojos de Natasha.
—¿Cómo lo sabes? Pregunto sin retirar su mano.
—Porque es la primera vez que se mueve de esta forma.
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Aroma. (Brutasha)
FanficDe tantos aromas sólo uno debe cautivarte, ese será tu verdadero amor.