Aroma. (Brutasha)

35

Natasha lo miro divertida y abrió la botella tomando directo de ella.

—Creí que era algo más grave. El hombre la miro. Si no le parece entonces busca al padre. ¿Yo qué?

—No intentes hacerte la graciosa porque no te queda. Contesto serio. ¿Acaso quieres que Bruce se entere?

—¿De qué? Sonrió antes de beber nuevamente. Te estás equivocando de agente, Ben.

—Natasha, a mi me dieron una orden y tú tendrás que venir conmigo.

—Creí que eras más listo, entiende, yo no soy la persona que buscas. Natasha miro a Bruce. Márcale a Magneol y aclara tu información. A Kar solo le interesan hombres alfa. Se burló y camino de regreso.

Sirvió un par de vasos y se acercó a Clint.

—¿Qué te pasa? Pregunto algo molesto al sentir como la espía lo jalaba.

—¿Conoces al amigo de Tony? Se acercó a él para que lograra escuchar.

—Ni puta idea. Contesto despreocupado.

—¿Recuerdas la fiesta de Magneol? Clint la miro asustado y asintió.

—¿Qué con eso? Preguntó exaltado.

—¡Soy una imbécil! Claro que lo sabes. Dijo al ver como el rostro de su amigo palideció.

—¿Ben trabaja para la familia de Kar? Natasha asintió.

—Ve a solucionarlo, el hombre me esta echando a tu hijo en la cartera. Clint frunció el ceño divertido.

—Puedo negar todo y culparte. Natasha rió.

—¿Hace cuánto lo sabes y por qué te buscan? Pregunto quitándole la botella de cerveza.

—Lo se desde que estaba embarazada y me buscan porque aún no me aparezco por ahí. Dijo cínico y Natasha le dio un golpe en el brazo.

—Ve ahora, no quiero más problemas con Banner. Dijo seria y Clint asintió, rodó los ojos y camino hasta Ben, quién ya estaba hablando con Tony.

—¿Qué quería? Pregunto Bruce en cuanto la pelirroja se sentó. Ben, ¿Qué quería? Repitió al ver que ella no decía nada.

—Intentaba culparme de un bebé abandonado. Dijo sin mirarlo.

—¿Tienes un hijo? Pregunto escandalizado.

—¡No, no es mío! Gritó llamando la atención de algunas personas.

—¡Eso es lo que todos dicen! Contesto ofendido.

—Es de Clint, ¡Puedes preguntarle! Bruce frunció el ceño aún más ofendido.

—¿Me quieres ver la cara de imbécil? La empujó suavemente.

—Es la verdad, Bruce. Se puso de pie y jalo al omega. Vamos, tengo que huir. Dijo entre risas y llevo al omega a paso rápido entre la gente.

PRECAUCIÓN: Contenido explícito.

Tuvieron que detenerse un momento para que el omega pudiera controlar sus mareos, la pelirroja rió al ver como Bruce estiraba las manos pidiendo ayuda.