Un mes había pasado desde la llegada de Bruce al equipo y aquella plática quedó en el aire. Como siempre Tony llegó a interrumpir cosa que agradeció la pelirroja.
Bruce seguía distante con todos, incluso con Tony, algo que tomo por sorpresa a la mayoría.
Quizá, solo quizá, el contante acoso de Clint lo tenía un poco, un mucho, muy estresado pero al parecer el alfa no lo notaba, o no quería hacerlo.
Por su parte, Natasha seguía con su vida "normal", obviamente que su hora de desayuno coincidiera con la del científico era pura casualidad.
Nada planeado.
Tallo sus ojos perezosa al escuchar el reloj sonar.
Por primera vez en mucho se sentía totalmente agotada, cada parte de su ser le dolía.
Se miro al espejo y acomodo un poco su cabello, estaba decidida, no se iba a duchar.
Lavo su cara y cepillo sus dientes mientras se acomodaba la bata para verse un poco mejor.
Camino hasta la cocina y puso la cafetera a trabajar, miro el reloj y sonrió al ver que las manecillas indicaban las 5:30.
—Un día más, siempre puntual para la cita, Romanoff.
Natasha giro la cabeza bruscamente para sentirse decepcionada al encontrarse con la sonrisa burlona de Stark.
—¿De qué hablas? Intento fingir pero su expresión la había delatado.
—Di qii hiblis. Tony movió sus manos en el aire imitando a Natasha. Una espía nunca le ganara a un chismoso. Chasqueo la lengua y apunto con su dedo índice a la cara de su amiga. ¿Crees que no me doy cuenta?
—No se que fantasías te estás creando en la cabeza pero conmigo no confundas las cosas, Stark.
—¿Fantasías? Cambiaste tu hora de desayuno casualmente cuando Bruce llegó, claro, fantasías. Stark preparo su plato de fruta y se sentó junto a ella.
—Solo quieres molestar. Puso los ojos en blanco indignada. Y solo para que lo sepas cambie mi hora de desayuno por el tema de la digestión.
—¿Desayunar junto a Banner mejora tu digestión?
Natasha sintió un pequeño sonrojo apoderarse de su cara, bebió lentamente de su taza intentando ocultarlo.
Para suerte de la pelirroja, un Bruce recién bañado entro a la cocina.
Los dos amigos en pijamas miraron al muy arreglado científico quien camino hasta la cafetera para servir un poco de café en su ya conocida taza, taza que nadie más tenía permitido ocupar. Al parecer un objeto valioso en la vida de Bruce.
Algo tan simple como unos vaqueros negros y una camisa blanca a juego lograron crear una sensación extraña en el vientre de la pelirroja.
Aunque podría apostar que una bolsa de papas se vería bien en el cuerpo de Bruce.
¿Cómo se sentirá ser acariciado por esos delgados dedos?
Bueno, tal vez es algo que Natasha quiere averiguar.
Bruce les regaló una sonrisa antes de sentarse frente a ellos, tomó el periódico del día anterior y comenzó a hojear dejando en claro que no tenía intenciones de platicar, cosa que Stark evidentemente ignoró.
—Por fin compraste ropa de tu talla, creo que muchos aquí lo agradecerán. Tony le guiño el ojo a Bruce mientras este lo miraba sin entender por completo.
—Usar tu ropa es algo que no me desagrada por completo pero tus pantalones suelen apretar un poco. Sonrió tímido mientras recordaba las rosaduras que estos provocaban en sus muslos.
Bruce regreso la mirada al periódico intentando cortar la conversación por completo pero está de más decir que solo fue un intento.
—¿Cómo vas con el tema Clint?
Stark intercambio miradas con Natasha intentando provocarla.
Y sí, era cierto, una espía jamás engañara a un chismoso, por lo menos no al chismoso Stark.
Tony había notado el cambio de actitud de Natasha, pasaba más tiempo fuera de su habitación desde la llegada del científico.
Clint había sido directo, desde la semana uno todo el equipo conocía los planes del alfa.
Aunque Natasha siempre guarda todo para ella, eso de sentirse atraída por Bruce era algo que se le había salido un poco de las manos.
Y no es exagerar, eso de cambiar el horario de desayuno de las 11:30 am a las 6:00 am era un cambio muy evidente.
Y sí, Stark quería echar a pelear a los dos alfas más peligrosos de la torre, pero solo por diversión.
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Aroma. (Brutasha)
FanfictionDe tantos aromas sólo uno debe cautivarte, ese será tu verdadero amor.