Aroma. (Brutasha)

48

Bruce se removió incómodo, despertando poco a poco y bostezando tranquilamente. Aún con el intenso dolor de espalda, se puso de pie y estiro un poco, se puso la bata y salió a la cocina. Por primera vez en mucho tiempo, sentía le necesidad de tener algo de comida en el estómago.

Tony sonrió amplio al verlo entrar, el científico le sonrió de vuelta y se sentó a un lado de Wanda.

—¿Cómo va todo? Pregunto Steve dejando un plato de moras frente a ellos.

—Supongo que bien. Bruce le sonrió.

—Natasha se molesto, al parecer no le gusta que cortes tu cabello. Dijo Tony acercando una taza de té para el científico.

—Bueno, a mi no me gusta que ella esté en la cárcel. Se encogió de hombros. La vida es muy injusta. Wanda sonrió y Tony rodo los ojos divertido.

—Veo que lo estas tomando con buen humor. Dijo Steve sentándose a un lado se Tony.

—No tengo otra opción. Steve, quiero que me digas la verdad. El alfa tocio un poco. Ayer Natasha estaba nerviosa, me mintió y siento que ella y todos ustedes me ocultan algo.

—Bruce, si ella decidió mentirte u ocultar cosas, yo no soy nadie para entrometerme. Contestó serio y el pelinegro exhalo.

—¿Qué debo hacer para que dejen de ocultarme cosas? Pregunto antes de beber un poco de té, una mueca de asco apareció en su rostro. Que mierda, esto sabe peor que la comida que me daban cuando vivía con mis padres.

—¡Solo es té! Soltó Tony bastante ofendido. Eres un completo malagradecido. Le guiño el ojo quitándole la taza, Bruce rió.

Nick entró a la cocina y la poca tranquilidad que Bruce había logrado conseguir, desapareció por completo.

El hombre se acercó con calma a ellos, con movimientos suaves como si le doliera respirar.

Se sentó frente a Bruce y sonrió.

—No pongan esa cara. Dijo al sentir la molestia de Steve. Sólo vengo a entregarte una cosa. Saco una hoja de papel doblada de su saco y se la ofreció a Bruce. Hoy vi a Natasha y me dijo que esto es para ti. El omega acercó su mano a la hoja, tomándola despacio y dudando un poco. Quizá quieres leerla en privado. Bruce asintió y tomó el plato moras antes de ponerse de pie para salir.

Miraron como camino a paso rápido, Steve sonrió al ver como ponía una de sus manos sobre su espalda baja intentando calmar el dolor, verlo así de delicado causaba ternura. Claro, olvidando el hecho de que su alfa está a punto de ser ejecutada por salvarle la vida a un bueno para nada.

—¿Leíste lo que decía? Pregunto Wanda mirando fríamente a Nick. No puede pasar disgustos, el doctor fue muy claro.

—No, no leí nada. Contestó serio.

—Ruega al cielo que nada de esa carta afecte a Bruce, porque si algo le pasa al bebé o a él, date por muerto. Amenazó Steve antes de aventar la taza de café, Tony estuvo apunto de salir tras él pero su ego fue más fuerte y solo miro como su alfa caminaba molesto por el pasillo.

Bruce dejó el plato sobre su escritorio y antes de sentarse acomodo un cojín sobre la silla para poder descansar.

Encendió la lámpara y busco sus lentes en uno de los cajones, los limpio rápidamente con la orilla de su playera y los acomodo con delicadeza, subiendo estos hasta el puente de su nariz.

Abrió con calma la hoja, apreciando cada dobles de esta. Las letras comenzaron a aparecer y su corazón se agitó. Reconoció la caligrafía de Natasha y eso lo hizo sentirse especial, una vez más.

Cerró los ojos y suspiro profundo antes de comenzar a leer.

"Es la primera carta de amor que escribo y siendo completamente sincera, no sé ni cómo comenzar.
Recuerdo con vergüenza todas esas veces en las que me burle del amor, oh dios, no sabía lo que me esperaba.
Siempre creí que el amor era un juego de niños, algo que no existe, ver a Thor enamorado de Loki era un espectáculo para mí.
Y ni hablar de cuando Steve se escondía en los pasillos con Tony, un par de tontos enamorados intentando ocultar su amor, me parecía un poco idiota el hecho de depender emocionalmente de alguien. Sí, me parecía.
Porque cuando te conocí, supe que necesitaba enamorarme de ti.
Necesitaba sentir todas esas emociones de las que me hablaban, comprobar si eran ciertas o simple sugestión colectiva.
Que equivocada estaba, eso no es sugestión, es una triste realidad.
Comprobé que el amor no es algo que se crea con los años, a ti te bastaron un par de meses para hacerme sentir la persona más enamorada de este maldito mundo. ¿Como lo hiciste?
Creo que no me interesa saber.
Pase toda mi vida matando personas, metiéndome en lugares donde mi vida corría riesgo, enfrentándome a fuerzas superiores y siendo una espía altamente capacitada. Y creme, amor, ninguna de esas misiones estúpidas me hicieron sentir tan viva como ese primer beso, o como cualquier beso tuyo.
Miles de balas pasaron a mi lado y ninguna de ellas agitó mi corazón de la forma en la que tu lo haces, con tan solo existir.
Eres tan puro que me odio por haberme enamorado de ti. Debí cuidarte más, besarte más, halagarte más.
Amarte más.
Ahora lo que me consuela es saber que estás palabras llegarán a ti.
Si tuviera que escribir sobre mi vida, en definitiva, contaría nuestra historia, un par de perdidos encontrándose.
Encontrándose para perderse de vuelta.
Cada momento que viví a tu lado es un tesoro que me acompañará por el resto de mis días.
Si me preguntas que disfrute más, puedo decirte que, mis momentos favoritos fueron todas esas veces que evitabas mi mirada después de un halago, verte tan nervioso por escuchar un par de palabras mías sin sentido, oh mierda, eso sí que me hacía sentir viva.
Me siento tan inútil al no poder cumplir con todo lo que te prometí, pero me duele más saber que te lastime de todas las formas posibles. Amor, puedo jurar que nunca quise lastimarte. Espero puedas perdonarme algún día por no ser la persona que esperabas.
Prometí darte una lista con todo lo que me gusta de ti, pero me tomaría una vida hacerlo. Y bueno, la vida es lo que me hace falta en este instante.
En resumen, me gusta sentir tus pies fríos en mi espalda cada madrugada.
Me gusta la forma en la que intentas ocultar tu enojo.
Me gusta ver la dedicación que le pones incluso a las cosas más insignificantes.
Me gusta la forma en la que tus clavículas se marcan, pero también me gusta lo abultado de tu vientre, incluso antes del embarazo.
El embarazo, bueno, tendremos un hijo, que raro suena.
Supongo que tendrás que hablarle de mi, de lo estúpida que fui.
Me voy sabiendo que tú le darás todo a ese pequeño, eres fuerte, no necesitas de nadie, espero que después de leer esto puedas creerlo.
Ahora, sin saber cómo continuar, me despido de ti.
De la persona que me hizo sentir que esto valía la pena.
Gracias por compartir un poco de tu brillo conmigo, iluminaste mis días fríos y convertiste las pesadillas en dulces poesías.
Estoy a punto de saber lo que es morir, y siento que me falto mucho, pero me voy sin quejas, porque tuve la oportunidad de conocerte en muchas facetas.
Me diste el placer de amarte, y eso no tengo como agradecerlo.
Recuerdame como la alfa estúpida que aprendió a vivir junto a ti.
Mierda, no se ni lo que estoy escribiendo ya.
Bruce Banner, incluso antes de conocerte, ya estaba lista para amarte.
Esta historia de amor terminará el día que tú me olvides.
Hazlo, borrame del mapa.
Supongo que ese es mi último deseo.
Mi pequeño amor, mi más grande héroe, mi vida completa.
Gracias por todo, incluso por lo que no logramos.
Perdón por tantas mentiras.
Y una vez más, te amo.
Te amo por lo que fuiste, por lo que eres y por lo que seras.
Te amo desde el principio y hasta el final. Y en caso de que exista algo después de morir, también te amaré en ese tiempo.
Puedo sentir tu angustia en este momento, espero que cuando llegue mi final, tú puedas sentirte libre.
Eternamente tuya.
Atentamente: La que nunca perteneció a nadie."