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Bruce suspiro pesadamente, negó con la cabeza y la miró.

—En cuanto tuvimos la primer pelea, ¿Qué hiciste? Te pareció mejor idea encerrarte con omegas para "intentar olvidarme" Limpio las lágrimas y tomo aire. ¿Dime qué puedo esperar en un futuro?

Natasha retrocedió al escucharlo, exhaló bruscamente y apretó los ojos intentando contenerse.

—Bruce, no estaba pensando claro. Intento excusarse.

—Ni yo, sé que dije cosas que no debía, pero en cuanto te fuiste en lo único que pensé fue en disculparme, venir hasta aquí a arreglar las cosas. Se detuvo un momento. No fui corriendo con la primer persona que se me cruzo. Si me caso contigo, ¿Quién me asegura que no pasará lo mismo con cada discusión?

—Si te lo aseguro, tú no me vas a creer. Suspiro.

—Me gustaría creerte, de verdad. Pero no sé si estoy listo para hacerlo. Agachó la mirada evitando el contacto visual.

—Estoy dispuesta a todo.

—No lo creo. Trago saliva. Pero te entiendo, creeme. Desde un inicio supe cómo eras, nadie me mintió. Paso las manos por su cabello un tanto desesperado. Ya intenté cambiar a muchas personas y con nadie funcionó, al final, todos pueden fingir unos meses, pero después, después sale su verdadero yo y es algo con lo que no puedo luchar.

—Yo no soy como ellos. Se acercó a él.

—Eso dijiste antes de irte, y mira que pasó. Rió desganado. Hiciste exactamente lo mismo que los anteriores.

—Solo una oportunidad más, por favor. Intento tomar la mano del omega pero este negó.

—Natasha, estoy cansando de dar segundas oportunidades. Cerro los ojos y suspiro. Mi mamá lo hizo y gracias a eso tuve que crecer sin ella. Soltó en un hilo de voz.

Natasha lo miro en silencio, el tema de la muerte de su madre era algo que se tenía prohibido tocar. Tony había prohibido preguntar sobre eso.

Ella solo asintió y lo entendió, él había pasado por cosas que quizá ella ni se imaginaba. Tenía todo el derecho a desconfiar, a negarle una segunda oportunidad.

—No te puedo obligar, eso lo tengo claro. Torció la boca y Bruce solo rió.

—Al final de todo esto, ambos la cagamos. Y no hay más.

—¿Estás completamente seguro? ¿Esto de verdad termino?  Acortó la distancia buscando la mirada del pelinegro.

—Esa pregunta la respondiste tú en cuanto llamaste a tus amigas. Sonrió.

—Estoy aceptando mis errores.

—Mi papá hizo lo mismo y eso no le regreso la vida a mi mamá, Natasha. Y no digo que terminarás matandome, porque vamos, sabemos que es imposible. Negó.  Pero no quiero volver a caer en el hoyo de siempre, ya ni siquiera por mi, sino por Tony, por Steve.

—Al final Tony tenía razón. Rió sarcástica. Él siempre tiene razón.

—Por primera vez rogaba para que no la tuviera. Le sonrió. Me siento como un estúpido, me siento amarrado a ti. Ni siquiera se por qué sigo aquí.

Aroma. (Brutasha)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora