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—Steve, quiero decirte que conozco a este hombre mejor que nadie y el día de hoy te metiste en el mayor problema de tu vida. Tony miro a Bruce pero este lo ignoro y continuo. Te casaste con la persona mas valiosa que conozco; Tony no solo es inteligente, tiene un corazón que da más de lo que esté mundo se merece, y digo que te acabas de meter en el peor problema de tu vida porque día con día tendrás que dar lo mejor de ti, sé que lo amarás de la forma más pura y correcta, pero por favor, no permitas que le hagan daño, es un hombre fuerte y valiente pero el mundo es un poco cruel. Tomó una copa de vino y miro a su amigo. Tony, te mereces el mundo y si Steve es tu mundo entonces aquí estaré para apoyarlos, señoras y señores, ¡Salud en nombre de los recién casados!

Bruce abrazo a Tony para después darle la mano a Steve mientras la gente terminaba de brindar.

Bruce camino al rededor de la pista de baile hasta llegar a una mesa solitaria en donde comenzó a tomar una botella de vino que había "robado".

Al finalizar la botella su calor corporal ya había aumentando lo suficiente, un poco animado comenzó a tararear al ritmo de la música.

—Si te incomodo solo tienes que decirlo no veo la necesidad de esconderte. La pelirroja llegó por detrás sorprendiendo a Bruce. ¿Puedo sentarme?

—Adelante. El omega se hizo a un lado para que Natasha pudiera sentarse. Y solo para aclarar, no me estoy escondiendo. Se encogió de hombros.

—Parece. Un mesero se acercó dejando un par de botellas más a petición de Bruce. ¿No es mucho alcohol para una persona como tú? Preguntó antes de servirse una copa.

—¿Una persona como yo?   Bebió todo el líquido de la copa en un solo trago. ¿Qué quieres decir con eso?

—No creo que sea la mejor decisión. Se encogió de hombros. No quiero parecer entrometida pero estás bebiendo mucho y demasiado rápido.

—Pues lo pareces. Soltó algo ofendido.

—Solo decía y como no quiero molestar creo que iré a otra mesa.

Bruce se quedo en silencio mientras la pelirroja caminaba hacia una omega, miro de reojo la forma en la que se saludaron y sintió un poco de, ¿Celos?

Un alfa se acercó sigilosamente a la mesa del pelinegro, sonriéndole y esperando una mirada de aprobación.

—Me preguntaba si quieres bailar. Dijo animado.

—¿Te preguntas o te preguntabas? Su tono fue bastante grosero.

—Bueno, mmm, me pregunto. Contesto nervioso. Te vi en la ceremonia y pensé que eres muy lindo.

—¿Piensas o pensaste? Vamos hombre, decídete.

La cara del alfa cambio, azotó sus manos sobre la mesa y dio la vuelta para irse, Bruce lo despidió con una risa sarcástica.

Natasha miro la escena a lo lejos, sonrió al ver a Bruce ponerse de pie, al parecer el científico estaba descubriendo lo ebrio que se encontraba.

El omega camino hasta los ascensores, con pasos torpes pero suaves y un movimiento de caderas bastante particular.

—Debo resolver algunas cosas pero, pero fue un gusto. Natasha se puso de pie y plantó un beso en la mejilla de la omega. Quizá podemos vernos después, te llamaré.

Gente bailando por todas partes, meseros con bandejas llenas de tragos y Tony en el centro de la pista indicaban que la fiesta estaba en su punto.

La pelirroja salió del ascensor, siguiendo el aroma de Bruce llegó hasta el laboratorio de este, miro al omega quien se encontraba sentando en el piso y con un espejo frente a él.

Bruce alzó la cabeza cuando escucho los tacones de Natasha entrar, le dio una mirada rápida y regreso su atención al espejo, mirando su cuerpo y cara desde distintos ángulos.

La alfa no pregunto nada y se sentó junto a él, mirando también la imagen del espejo.

—No se con qué valor me atreví a salir así. Se miro con algo de asco.

—¿Así como? Volteó a verlo.

—Con esta camisa, se ve mi cuerpo, ¿Lo ves? Movió el espejo para que la pelirroja viera a detalle.

—No entiendo, ¿Qué tiene de malo? Frunció el seño esperando una respuesta.

—Nunca lo entenderás. Intento ponerse de pie pero terminó recargado en la pared.

—¿Necesitas ayuda?

—¿Puedes ayudarme?

Natasha asintió y se puso de pie ayudando al omega, paso uno de sus brazos alrededor de la cintura del pelinegro y con pasos cortos caminaron hasta su habitación.

Lo dejo sobre la cama y se burló cuando Bruce se quejó al sentir los fuertes mareos.

—Lo mejor será que ya no salgas de aquí.

Bruce levantó la cabeza para poder mirarla.

—Quiza salga a conseguir compañía pero gracias por tu ayuda. Bromeó estallando en risas, quizá podría obtener un doctorado en buenos chistes, según él.

—Dime quién te intereso y yo lo traigo hasta aquí, prefiero que pases vergüenza en privado. Rió viendo como Bruce estiraba las manos pidiendo ayuda para sentarse, se acercó a él y jalo suavemente sus brazos para ayudarlo.

—Ahora que lo dices. Arrastró las palabras y entre risas intento seguir. Creo que sí me intereso alguien.

—¿Quien? Carraspeo al final de su pregunta.

—Es alfa, eso creo, con tantos aromas en un solo lugar no puedo estar seguro. Sobo el punte de su nariz, pensando.

—Hay muchos alfas allá afuera, tienes que ser más específico. Intento seguirle el juego, aunque la idea de ayudarle a Bruce con otro alfa no le agradaba del todo.

—Oye, ten paciencia, estoy pensando. Recargo su cara en la palma a de su mano apoyando el codo en su rodilla. Tiene el cabello un poco abajo del hombro y creo que logré escuchar su nombre.

—¿Es mujer? Natasha alzó las cejas sorprendida, la situacion no podía ser peor.

—Sí, yo también me sorprendí, creí que era un omega de hombres pero ella... Ella me atrae bastante.

—¿Crees que es buena idea intentar coquetear con alguien que no conoces, en el estado en el que te encuentras? Intento no sonar tan seria y fallo.

—Sino lo hago en este estado, no lo haré nunca. Natasha entrecerró los ojos suspirando.

—Si estás tan seguro entonces voy a cumplir con mi palabra, dime su nombre y la invito a bajar a la sala de estar, ahí podrán platicar. Bruce aplaudió y sonrió emocionado.

—Bueno, voy a poner el destino de mi velada en tus manos. Hizo una pausa y tomó aire. Creo que escuché su apellido.

—Con eso será suficiente, dímelo.

Los nervios de Natasha estaban floreciendo como nunca, quizá es alguien que ella conoce, quizá es una alfa que solo busca parejas de una noche, como muchos de los amigos de Tony.

—Su apellido es Romanoff, Romanoff, Romanoff.

Bruce se dejó caer en la cama repitiendo aquel apellido y arrastrando cada una de las letras, la pelirroja sintió su alma caer ante los pies del pelinegro, eso realmente estaba pasando, o quizá se desmayó durante la fiesta y estaba visitando el paraíso.

Aroma. (Brutasha)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora