Freddy llegó a casa, su madre estaba ahí seguramente haciendo comida, limpiando o viendo alguna novela de amor - desamor que tanto disfrutaba.
Aun qué también practicaba esgrima, y cuando Freddy regresaba de clases la veía practicar en la sala con los muebles retirados.— Mamá...
— ¿Freddy? — la mujer asomó la cabeza por la puerta de la cocina —, Llegaste, muy bien. ¿Quieres comer?
— Sí por favor. — camino hasta su cuarto a dejar su morral y regresó a la mesa —, Hoy vi a un chico con "Demián", enfermo, en el bosque.
La mujer no dijo nada, solo siguió con lo suyo.
Sirvió los platos y los puso en la mesa, se sentó dio gracias en silencio y comenzó a comer: — ¿Le hablaste?— Sí, pero no sabía qué estaba enfermo.
— Bien no lo vuelvas a hacer. A menos de que sea necesario.
— Claro, no hay problema.
Bien se sabe que mientras más prohibido más deseado.
De verdad deseaba encontrarse de nuevo con el otro lado de un mundo al que no estaba acostumbrado, y eso lo volvía loco.
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Sin mis alas (Freddedy)
Fiksi PenggemarSonrisa angelical. Memorias perdidas. El final, o quizá el comienzo.