Sin mis alas (Freddedy)

Diez

Freddy salió de la escuela, directo a la casa de Foxy, él lo había invitado a comer, como cada martes.

Pasaron delante del bosque y Freddy se detuvo.

— ¿Puedes sentirlo? — preguntó con intriga el pelirrojo mirando desde dos pasos mas adelante al castaño —.

— No. — Freddy miraba los grandes árboles esperando sentir lo mismo de esa mañana, pero no pasó —, Mejor vámonos.

— Aún no entiendo como es que puedes sentirlo, es como, ¿están conectados o algo así?

El castaño rió y propino un leve golpe en el hombro de su amigo alcanzándolo.

Poco mas de diez minutos habían pasado cuando llegaron a casa de Foxy, la madre de él era muy buena persona, lo había adoptado cuando era apenas un niño de no más seis años, y el pelirrojo estaba realmente contento.

— Pasa Freddy, es un gusto tenerte aquí. — habló la mujer saliendo de la sala —.

— Gracias señora, siempre es un placer deleitarme con su comida.

— Mamá, iremos arriba a cambiarnos.

— Sí, Fox. Los llamaré cuando esté lista la comida.

Foxy asistió con una leve sonrisa e hizo una seña con la cabeza a Freddy para su subieran.