Veinticinco

1K 128 10
                                    

Fred estaba en el estanque, una semana había pasado ya desde la última vez que vio a Freddy, y todos los días esperaba en el estanque a que llegara aquel que dijo que volvería.

Gam apareció; — ¿Vamos a comer?

Fred no dijo nada.

— Vamos Fred, no puede ser que esperes todos los días a ese chico, te dije que el no volvería. Te tiene miedo.

Era la primera vez que esas palabras le dolían. Ser temido era genial, pero ser temido por alguien a quien quieres es una cosa horrorosa.

— ¿A ti qué te importa?

— Tengo hambre.

Fred abrazo sus rodillas, quizá Gam tenía razón y Freddy no volvería. Se levantó; — Bien, vamos a comer.

Sin mis alas (Freddedy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora