Ochenta y uno

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Freddy iba a bajar al pueblo.
Pero una voz le llamó.

— Freddy, por favor, no bajes hoy. Te necesitamos para una reunión. — dijo sonriente un ángel viejo.

— Por supuesto.

Freddy llegó con los demás ángeles superiores, y uno de ellos habló; — Freddy. Tu comportamiento ha sido una deshonra. Debido a tus actos con el ser de oscuridad, Fred, quedas exiliado del cielo de por vida.

Los ojos de Freddy se abrieron más de lo que jamás los había abierto en su vida. La idea no le agradaba ni le desagradaba.

Él amaba el cielo, todo era paz y tranquilidad. Pero también amaba a Fred, él tenía cosas que ni el cielo te puede dar. Con Fred utilizarías la frase "Te hace tocar el cielo" con solo mirarte.

— Pero, no podemos hacer eso. No tenemos ese poder. — habló una ángel —, Así qué, junto con dos ángeles que tu desees regresarás a la tierra, con al forma de un niño, y enmendaras tus errores.

Pero no podía ser tan fácil; — Tú memoria de lo sucedido con ese pueblo se quedará con nosotros.

Eso si le aterró.
Regresar a la tierra, estaba bien, volver sin recuerdos de a quién amó, no tanto.

Pero no tenia opción, no le estaban dando a elegir. Era directamente una orden.

Y así, entre nubes y nubes, lloró por que no recordaba más, y sentía ese vacío que a aveces se tiene que llenar con recuerdos.

Sin mis alas (Freddedy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora