Cincuenta y ocho

997 126 5
                                    

Se miraron por tanto tiempo que sí hubiesen tendió que dibujarse sabrían sus facciones de memoria.

— Fred... — susurró el castaño acercándose poco a poco al mencionado, quién por su parte no quitaba la vista de encima del castaño.

Freddy se detuvo, tenía que decirle a Fred lo del libro.

Pero no pudo.
Su voz no salía, sintió cada vez mas cerca el rostro del pálido, sintió su respiración calida y su piel rozar la suya.

Sin mis alas (Freddedy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora