Julia
Alguien llama a la puerta de mi habitación y corro a abrir.
Carlos me recibe con una enorme sonrisa que yo le devuelvo encantada.
— Que bien que hayas sacado un huequito para verme —dice en broma.
—He sido buena persona, ¿que vamos a hacer?
—Va a ser muy guay, ya verás.
Bajamos hasta la entrada de la residencia y después caminamos hacia la estación de metro, por suerte no nos hemos encontrado a nadie, pero tenemos que tener cuidado.
Media hora más tarde hemos llegado a una zona bastante alejada de la ciudad, caminamos un poco y llegamos hasta un enorme parque que tiene un lago en el centro.
—Siempre me ha gustado este sitio, y estoy casi seguro de que ninguno de nuestros amigos lo conoce.
—Eres genial —digo mirándolo con una sonrisa.
—Lo se —responde él rodeándo mis hombros con su brazo.
Nos sentamos en el césped de cara al lago, Carlos se apoya sobre sus manos y yo me tumbo en su pecho.
—Sigo sin creerme que esté saliendo contigo —comienza el —lo veía imposible.
—Nada es imposible.
—Me odiabas...
—Nunca te llegue a odiar, simplemente le hacía caso a mi padre.
—Ósea que ahora estas siendo una hija muy mala —dice pasando su mano por mi cara.
—Tu también estarás siendo un hijo malo, no creo que a tu padre le agrade que estés conmigo.
Carlos encoge de hombros y puedo ver como se pone muy serio, ¿he dicho algo malo?
—¿Que te pasa? —pregunto incorporándome un poco.
—Nada, da igual.
—Ayer me ayudaste, deja que yo haga lo mismo.
—Estoy bien —dice poniendo una mueca.
No le voy a conseguir sacar nada, algo en mi me dice que no es el momento de seguir insistiendo, hay muchas cosas que no sé de Carlos, igual que hay muchas cosas que él no sabe de mí.
Me acerco a su cara y le doy un corto beso en los labios, cosa que le hace sonreír.
—Es genial.
—¿El que? —pregunto mirándolo extrañada.
—Tú.
—¿Por qué dices eso?
—Es fácil sonreír contigo —dice para después darme un beso.
—Eres un moñas.
—Es tu culpa, tu me haces ser moñas.
—Si claro, mi culpa... —digo cruzándome de brazos, fingiendo estar enfadada.
Carlos sonríe al ver que me pongo un poco seria, me es imposible aguantar así un mucho tiempo, verlo así de sonriente me hace estar igual.
—Carlos es muy malo —empieza a decir agudizando la voz para intentar imitarme —no podemos confiar en el.
—¡Calla!
—¡Rodrigo aléjate de él! —continúa diciendo mientras que se ríe.
—¿Y tú que? Julia ayúdame con el inglés que soy un torpe.
Carlos continúa riéndose lo que hace que yo acabe igual. Sin embargo él sigue con la broma.
—Anda, que Carlos me ha salvado de un atropello, pero da igual, no voy a confiar en el.
— ¡Calla ya! Me voy a enfadar contigo.
—Nuestro primer enfado de pareja...
Le doy un suave golpe en el hombro y ruedo los ojos, me está poniendo de los nervios pero a la vez me divierte.
—Va no te enfades —dice al ver que me he quedado callada —¿te invito a un helado?
—No me vas hacer perdonarte con comida.
—¿Que hago entonces?
Me encojo de hombros, no estoy enfadada pero me gusta ver como actúa en estas situaciones.
Antes de que pueda reaccionar Carlos me rodea con sus brazos y me da un beso en la cabeza.
—Te quiero.
No puedo evitar sonreír.
—Ya te he perdonado.
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No confío en ti ||Julright||
Teen FictionLos dos llegaron a la residencia con una promesa. Ella no iba a confiar en el hijo de la persona que casi mata a su padre. Él iba a pasárselo bien sin importarle nada ni nadie. Ninguno de los dos cumplió con su objetivo.